viernes, 20 de septiembre de 2013

Huánuco, hay trigo limpiio

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/huanuco-hay-trigo-limpio-20-09-2013
La República
La mitadmasuno
20 de setiembre de 2013
Juan De la Puente
El político y literato Esteban Pavletich (1906-1981) escribió en 1957 que “solo el Huallaga, nuestro río fugitivo dicta una cátedra de dinamismo y celeridad”, refiriéndose a Huánuco. No obstante, por lo menos en esta oportunidad parece no tener la razón. Un resonante paro regional de 72 horas ha quebrado, hasta ahora formalmente, la terca desidia limeña.
Como una auténtica aparición del pasado que se proclama superado, miles de pobladores se han expresado en demanda de elementales condiciones para relacionarse con el resto del país. La plataforma del paro puede parecer surrealista, pero es verídicamente justa: el mejoramiento de la Carretera Central, la demolición de los peajes de Ambo y Chullqui, el ensanchamiento de la carretera Huánuco/La Unión, la construcción de la carretera al Codo del Pozuzo y la destitución de funcionarios de Provías.
Casi la mitad de los 558 kilómetros de la Carretera Central, desde Chicrín (Pasco) a Tingo María (Huánuco) está destrozada; sin embargo dos puestos de peaje operan desde hace 30 años en alevosa exacción. La integración departamental está vacía en una región que arrastra una división física y política compleja.
La región se ha expresado a pesar de la oposición de la cúpula municipal corrupta, probablemente la más corrupta del país. Las jornadas del 9, 10 y 11 de este mes fueron convocadas por un Comité de Gestión y Fiscalización de la Carretera Central, nacido casi de la nada, o mejor dicho solo desde la indignación. Los ciudadanos han reconstruido con entereza una sociedad civil casi muerta, debilitada por sucesivos malos gobiernos regionales, funestas alcaldías e infructuosas acciones contra la corrupción que también murieron en los tribunales.
De acuerdo al acta firmada, por la mediación de la Presidencia del Consejo de Ministros, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) se compromete al asfaltado en caliente en el tramo Cerro de Pasco/Tingo María de la Carretera Central y de las vías Huánuco/La Unión/Llata, Rancho/Panao/Chaglla, entre otras, además del cierre de los peajes. En la lógica de la burocracia peruana, un acta es eso, un acta, de modo que es preciso estar atentos para que el diálogo al que felizmente se ha arribado no sea un centro de estacionamiento de las expectativas.
Huánuco es un territorio bendecido por la naturaleza, hermoso, rico y diverso que, no obstante, fue y es castigado por partida múltiple: el boom de la coca y del narcotráfico que envilece a la sociedad con más pobreza y genera el abandono de cultivos; la violencia terrorista que desangró pueblos, fomentó la violación de los DDHH y generó el desplazamiento forzado de comunidades; el abandono del Estado; y la corrupción.
La región acompaña con avances y desafíos el proceso nacional de crecimiento económico y reducción de la pobreza. Ha visto multiplicarse por cinco su gasto educativo y ha mejorado la inversión en infraestructura y salud. Sin embargo, las carencias históricas la retienen en el sótano de los indicadores sociales. Según el Tercer informe de los Objetivos del Milenio elaborado por el PNUD y presentado esta semana, es tan evidente la desigualdad de la región frente a otras, que junto a Apurímac tiene los índices más bajos de producto por trabajador. Según el mismo informe, Huánuco forma parte del grupo de 5 regiones donde la pobreza sigue siendo superior al 50% (junto a Apurímac, Ayacucho, Cajamarca y Huancavelica), con una tasa de extrema pobreza superior al 20% de la población. Al mismo tiempo, es una de las 4 regiones con mayor desnutrición crónica infantil de niños menores de 5 años y una de las 3 regiones más alejadas de la generalización del acceso a la educación primaria.
Ese pueblo, que a pesar de los indicadores macromanufactureros, tiene al 53% de su población dedicada a la agricultura, donde un 1/3 es orgullosamente quechuahablante, donde ninguna campaña de alfabetización en los últimos años ha funcionado (la tasa se mantiene alrededor del 18%) y donde el 47,9% aún utiliza leña para cocinar, tiene trigo limpio.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Seguridad, derecho de reunión y barras bravas.

Me siento obligado a este post por las reacciones y redacciones de algunos, incluyendo colegas, sobre la suspensión por el Ministerio del Interior de los partidos a jugarse hoy 17 de setiembre. Debo precisar que:
1.      La suspensión no obedece a la “falta de garantías” aunque así haya sido presentada por error. Las garantías son un procedimiento distinto que opera cuando una persona las solicita a la autoridad. En este caso, nadie ha solicitado nada. En uso de su facultad constitucional (artículo 2 inciso 12, sobre derecho de reunión) la autoridad ha suspendido un acto público por “probadas razones” de seguridad pública. En este caso no es que no hayan garantías; estas no han sido pedidas, sino una medida de oficio de la autoridad perfectamente legal. Queda mal la autoridad cuando da a entender que no puede “garantizar” un acto pacífico en vez de referirse a la prevención.
2.      El TC ha desarrollado el concepto de “razón probada de seguridad” para evitar abusos (Exp 4677/2004). No deben tratarse, de simples sospechas, peligros inciertos, ni menos aún de argumentos insuficientes, antojadizos o arbitrarios; sino de razones objetivas, suficientes y debidamente fundadas. La prohibición debe ser la última ratio, es decir, como última medida, la que puede apelar la autoridad administrativa para limitar el derecho, debiendo optar, de ser posible, por medidas simplemente restrictivas, tales como proponer la modificación del lugar, fecha, hora, duración o itinerario previsto. Eso ha hecho la PNP.
3.      Aunque no lo parezca, la idea es que más que prohibir debe usarse el verbo postergar. El TC recomienda que el derecho de reunión, en este caso para un espectáculo deportivo, sólo se vea restringido por causas válidas, objetivas y razonables (principio de razonabilidad), y, en modo alguno, más allá de lo que resulte estrictamente necesario (principio de proporcionalidad). Creo que la previsión ante la posibilidad de que las tres barras más violentas y numerosas se relacionen en un territorio pequeño o la falta de efectivo policial suficiente, se encuadran en los dos principios señalados
4.      Se ha criticado que se haya comunicado hoy a las 5 am la postergación. Para las probadas razones de seguridad no hay plazo.
5.      Otros dos temas son: porque si la mayoría de los espectáculos privados pagan su seguridad, el Estado debe pagar la seguridad del futbol, distrayendo cientos o miles de efectivos policiales del patrullaje y de los barrios. Sostengo que es ilegal que la PMP “acompañe” a las barras bravas en sus desplazamientos, tolerando sus desmanes y agresiones mutuas o a terceros; alguna vez los han desplazado en buses pagados por el Estado. El mismo concepto de barra brava, con palos y cuchillos viola el derecho de reunión pacífica y sin armas. El Perú es uno de los pocos países que tolera a las barras bravas, nos las ha desarmado y protege su recorrido violento.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Encuestas, Toledo, Humala, Nadine, el diálogo político y la concentración de medios

16 de setiembre de 2013. Entrevista en el programa No hay Derecho de Ideeleradio, en Radio San Borja, por Glatzer Tuesta.
El riesgo del giro conservador
El gobierno de Ollanta Humala que ingresó con una propuesta de reforma se juega el futuro del próximo régimen, porque si la gente siente que ha fracasado, habrá más posibilidades de que entre un administración de tipo conservador, aseveró el analista político Juan De la Puente.
“Hemos tenido, bajo una experiencia de reformismo fracasada, golpes militares o gobiernos conservadores. El gobierno de Ollanta Humala que ingresó con una propuesta de reforma se juega también el futuro del próximo. Es decir, si la gente siente que ha fracasado la reforma, tendríamos obviamente más posibilidades de entrar a un gobierno conservador con lo que esto significaría para un país como el nuestro”, aseveró en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“[Habría más posibilidades de entrar a un gobierno conservador con lo que esto significaría para un país como el nuestro] que ha duplicado el PBI, pero que tiene enormes demandas de universalización de derechos, de resolver estas brechas de la modernidad entre ciudades desarrolladas y un país rural atrasado”, apuntó.
El analista consideró, en ese sentido, que la posibilidad de que la lideresa del Partido Popular Cristiano (PPC), Lourdes Flores Nano, no descarte una alianza con el Apra revela que hay un intento de posicionarse hacia el centro. No obstante, estimó que ve complicada que esta situación se concrete.
“Lourdes intenta anotarse al centro y una de las expresiones es el intento de ir en una alianza con el Apra, que lo veo muy complicado, pero el hecho de plantearlo es una corrida al centro. Pienso que de todas maneras va haber una búsqueda del centro, solo que va a ser mucho más dificultosa porque quizás no vamos a tener centros naturales, sino forzados por las circunstancias de una candidatura de una segunda vuelta electoral”, declaró.
Brecha entre el Gobierno y ciudadanía
Por otro lado, al referirse a la publicación del nuevo sondeo de opinión que revela una nueva caída en la popularidad presidencial -que este mes alcanza el 27- el periodista indicó que hay una brecha muy significativa entre el Gobierno y los ciudadanos en términos de confianza.
“Así como la confianza es un proceso, con cosas que se hacen durante dos o tres semanas, no se puede restañar esa confianza para volver a niveles significativos. Además, hay un humor –lo dice esta encuesta– y otras más contra el poder, lo político y el ejercicio de poder, que además ya se fue expresando en junio, julio y agosto. De modo que esta es una encuesta para que esté alerta el Gobierno, pero no sobre el Gobierno, todos aquellos actores políticos aparece mucha desconfianza en la gente”, detalló.
De la Puente argumentó, del mismo modo, que hay una expectativa sobre el cumplimiento de las promesas y estimó que ello también está relacionado con la capacidad de operación política por parte del Gobierno.
“Las encuestas, estas y otras, señalan que hay una expectativa de la sociedad sobre el cumplimiento de sus promesas, lucha contra la delincuencia, corrupción, temas sociales, reforma política. Me parece que esta confianza está relacionada a la capacidad de operación política en este caso del Gobierno”, aseveró.
“Uno puede ubicarse en el centro, pero eso no basta, tiene que ser activo para recuperar diálogo y para abrir cancha hacia la derecha e izquierda”, subrayó.
Hay nadinitis, nadinofobia y nadionología
La primera dama de la Nación, Nadine Heredia, representa una especie de objeto político y de comodín para determinados sectores, afirmó, al comentar sobre la posible postulación de la primera dama.
“[¿Por qué los medios amplifican tanto el caso Nadine?] Mi impresión es que Nadine es tomada como una especie de objeto político. Cuando se quiere, sirve para debilitar al gobierno, esa es la Nadine intervencionista; cuando se quiere, se le da el poder que tiene y que no tiene”, afirmó.
“[El tema Nadine] es una especie de comodín para determinados sectores. Cuando el Gobierno dijo que no compraba [los activos de] Repsol, yo leí ‘qué bien que esté Nadine ahí’, porque dicen que fue quien sugirió al presidente que tomara esa decisión”, recordó.
El analista estimó, también, que habría que ver cuál es el ángulo de la noticia que recoge el periodismo, al referirse a las declaraciones del congresista Daniel Abugattás, quien dijo, como un militante más, que confía en que el Partido Nacionalista volverá a Palacio de Gobierno no con el presidente Ollanta Humala como candidato, sino con Nadine Heredia.
“El problema es cómo lo levantan los medios también, porque la opinión de Daniel Abugattás es personal, pero como hay 'nadinitis', 'nadinofobia', y 'nadinología' en los medios de comunicación, una mención a Nadine se convierte en una portada”, agregó.
Peso constitucional del MEF es inédito
En la perspectiva del diálogo habría que incorporar al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) como un actor porque es evidente que tiene voz propia y el peso constitucional de este portafolio es inédito en el país, aseveró el analista.
“A mí me parece que en la perspectiva del diálogo habría, también, que incorporar al Ministerio de Economía como un actor, porque es evidente que tiene una voz propia muy por encima de otros gobiernos. El peso constitucional del MEF es inédito en el Perú, y eso fue planteado en la Constitución vigente a tal extremo que la Constitución dice que la sustentación del Presupuesto General de la República no lo hace el premier, sino el ministro de Economía”, anotó en el programa.
“Es el único que tiene ese rótulo. Algunos dicen en broma que mejor cada cinco años no hagamos elección de presidente, sino del [ministro] de Economía. En la idea de concentrar un centro, es evidente que el Ministerio de Economía debe plantear el problema del canon y tiene que haber un acuerdo para su reposición, sobre el retraso salarial, el financiamiento del nombramiento de los profesores, si va haber gaseoducto andino y el tema de la modernización de Talara. Tenemos cuatro o cinco temas puntuales”, argumentó.
En este aspecto, sostuvo que el problema no son las personas, sino las políticas, al ser consultado sobre la posibilidad de salida del ministro de Economía, Luis Castilla, planteado en el diálogo por el Frente Amplio de Izquierda.
“[¿Serviría de algo sacar a Castilla?] Para mí el problema son las políticas, no las personas. Creo que es un problema de políticas más que personas”, indicó.
Debate sobre concentración de medios
En otro momento, al ser consultado sobre la posibilidad de que la asociación comercial de Epensa con el Grupo El Comercio signifique una concentración de poder y de medios, sostuvo que el debate da como para dos años y que su discusión incluirá medidas legales sobre el tema.
“Todavía estamos en una etapa del debate operacional. Quienes criticamos la concentración de medios por parte del Grupo El Comercio, por parte de Epensa nos responden [que] no. Si la República hubiera comprado, igual era concentración, y no se superaba el 50%. Pasando a una segunda etapa vamos a entrar a un debate legal y supongo que va a ser en función de las medidas que acuerden que tomen los medios que se sienten perjudicados”, indicó.
“En el mundo hay jurisprudencia respecto a la concentración de medios y nos dicen que las leyes protegen e impiden la concentración de medios en el caso de radios y televisión, porque tiene que ver con el espacio radioeléctrico. La Constitución habla de medios en general y hay jurisprudencia en América Latina y América del Sur sobre este asunto. De modo que tenemos un debate como para unos dos o tres años que van incluir medidas legales, pero no podemos salir de este debate sumando mal”, apuntó.
Estrategia política camina al fracaso
El expresidente de la República, Alejandro Toledo, debería tener una estrategia legal más que política, aseveró el analista Juan de la Puente, al referirse a la forma en que llegó al Perú el ex jefe de Estado, para responder por los presuntos actos de corrupción y de enriquecimiento ilícito por el caso de la empresa Ecoteva.
“[¿Cómo ve el ingreso de Toledo anunciando ser candidato al 2016?] Pienso que él debería tener una estrategia legal, más que política y mi impresión es que no tiene clara esa disyuntiva. De modo que se politiza un caso en el cual hay tantos elementos que juegan en contra de él y denotan que no dijo todo lo que debió decir. Cuando fue al Parlamento o cuando se le preguntó, eso obliga una estrategia legal, más que una estrategia política y por ahí puede ser el camino al fracaso”, argumentó.
 
Si se hunde Toledo, se hunde el centro
El analista y periodista consideró que es muy difícil que el expresidente Alejandro Toledo pueda intentar pasar como un perseguido político. Indicó, del mismo modo, que las evidencias dan un horizonte muy preciso al caso.
“En la discusión está la transparencia de los hombres públicos, y en el mundo, hoy la política lucha para que los actores políticos no se relacionen con paraísos fiscales, para que no haya opacidad y haya transparencia. Por ese lado, si esa es la estrategia, [estas] están equivocadas. El hundimiento de Toledo es el hundimiento del centro y este es un país que ha cuidado y construido un centro”, afirmó.
“En las elecciones del 80 funcionó el centro, la del 85 y 90. No hablemos las otras dos, la del 2001, 2006 y en el fondo la del 2011 también implica la construcción de un centro de determinada posición. Algunos dicen que el Perú está condenado a elegir al centro”, aseveró.
No obstante, afirmó que el Gobierno está preocupado en reorganizar y reconstruir el centro y que la situación del exmandatario no permite que tengamos un centro más estable. Además, considero que ha habido irresponsabilidad del exmandatario en su posición de garante de Gobierno.
“Hay irresponsabilidad de Toledo, sobre todo, en su papel de soporte garante. De hecho cinco de quince miembros de su bancada han salido, eso ya es un debilitamiento porque es un actor político más en el Parlamento con el cual hay que tener una relación diferenciada”, finalizó.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Chile, la memoria gana el juicio de la historia

En Chile, luego de 40 años del golpe fascista, la memoria ha ganado la madre de todas las batallas, es decir, la del juicio de la historia. Según una encuesta del Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea, el 76% de los chilenos considera ahora a Pinochet como un dictador y el 75% estima que aún se mantienen las huellas dejadas por el régimen militar.
Al cumplirse los 40 años, la parte de la sociedad que celebraba el golpe solo lo recuerda; a ese estado de un ánimo culposo se ha dirigido el orgullo ultraderechista chileno, cada año remecido por la creciente indignación de las nuevas generaciones  que no le reconocen al régimen militar ningún mérito y por la docencia viva de un movimiento de derechos humanos, acaso el más vasto y profundo del continente.
La victoria de la memoria es ejemplar para el caso peruano, atravesado desde hace 12 años por un fuego cruzado entre un fujimorismo militarista de fuete aliento conservador que cede solo milímetros al empuje de una exigencia de memoria legitimada por el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR). Ese empate ha impedido, entre otros hechos, la reforma de la institucionalidad fujimorista aunque el Perú ha innovado más intensamente que Chile el modelo económico de la década de los noventa.
Una venganza del tradicional pluralismo chileno es que la coalición que encabeza Michel Bachelet cobije un arco que va desde la Democracia Cristiana hasta el Partido Comunista y que la tercera fuerza, la alianza progresista que lidera Marco Enríquez-Ominami no se tiña de un tercerismo centrista sino de reformismo fuerte. Otra venganza de la historia es que la Constitución de 1980, el último baluarte de la institucionalidad pinochetista tenga el consenso social para su cambio.
La derecha chilena ha empezado  a pedir disculpas y ha ensayado nuevos argumentos sobre el régimen; estos ya no giran en torno el imperativo del orden sino sobre su defecto de origen, la falta de libertades. Es que con inteligencia, la derecha ha entendido hace tiempo que hay vida fuera del planeta pinochetista, una conclusión a la que demoran en arribar sus parientes peruanos.


viernes, 6 de septiembre de 2013

Las elites y el poder

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/las-elites-y-el-poder-06-09-2013
La República
La mitadmasuno
6 de setiembre de 2013
Juan De la Puente
La XXXIII encuesta del poder publicada recientemente por Semana Económica confirma o revela datos y percepciones de una parte de la elite peruana, compuesta para este caso de políticos, funcionarios, intelectuales, profesores, empresarios, ejecutivos privados, periodistas y otros profesionales. En nueve rubros, los consultados opinan sobre qué peruanos son más poderosos, influyentes, los que influyen para bien y para mal, y sobre las fuentes del poder.
La encuesta corresponde a un intento por radiografiar el poder en general y no solo el poder político. Parece inscribirse en las teorías de Michel Foucault para quien el poder ya no puede ser localizado en el ámbito del Estado sino que está en todas partes de modo que constituye estrategias y verdades sociales, lejos de las visiones clásicas del poder de Hobbes (forma de dominación), Maquiavelo (una acción) o Friedrich (una relación más que posesión).
Es natural que en esa visión, el principal detentador del poder en el Perú sea el Presidente de la República y que a razón del modelo de decisiones que adopta el Estado, con implicancias públicas y privadas, se encuentre seguido de su principal aliada política y esposa, el ministro de Economía, y que el jefe de la PCM se ubique entre los 10 más poderosos.
Es poco usual, no obstante, la precipitación en la lista del poder y en puestos claves, de líderes de la oposición que en otras circunstancias no tendrían esta relevancia: Alan García en el 4° lugar, Keiko Fujimori en el 7°, Juan Luis Cipriani en el 9°, Lourdes Flores en el 18°, PPK en el 20°. En general, esta apreciación sugeriría que la actual oposición posee en conjunto más poder que el gobierno o por lo menos una cuota de poder no tan lejana  al del oficialismo.
Esta valoración ratifica otros sentidos comunes expresados en este período, particularmente la pérdida de la mayoría política por parte del gobierno. Sin embargo, también evidencia un atributo de la oposición colocada por la elite peruana en la crucial posición de no hacer/exigir/bloquear, una forma de gobernar socialmente aunque no desde el gobierno. Esta ubicación es expectante pero delicada al exponer un escenario de corresponsabilidad en los temas de fondo.
Si en eso acertaron quienes respondieron la XXXIII Encuesta, denotaron ingenuidad o recato al reducir el protagonismo en la lista del poder a los detentadores de la riqueza. En la lista solo aparecen Dionisio Romero hijo y padre (lugares 6° y 30°, respectivamente), Alfonso García Miró (10°) Roque Benavides (11°), Carlos Rodríguez Pastor (16°) y Pedro Brescia (23°). En la lista extraño la ausencia de los otros jefes de la banca y de la minería, de los líderes de la construcción, infraestructura, telecomunicaciones, retails y de la industria nacional. En esa medida, la lista peca de incompleta aunque resuma una exitosa y silenciosa táctica de una parte de los poderes fácticos del Perú que no habría que olvidar, verdad de Perogrullo, son el poder.
Es igualmente extraño que en la lista del poder la prensa no luzca sus atributos; Raúl Vargas aparece en un lejano 19° lugar, en un cuadro que oculta el carácter decisorio de los medios y de sus voceros. Una explicación, que niego liminarmente, es que para quienes contestaron la encuesta el poder de la prensa se despliega como si no lo fuese, y la otra es que deliberadamente se oculta ese papel bajo el argumento que la prensa es ajena y contraria al poder, es decir, independiente de ella. Ello es tan equívoco que las listas de abogados, economistas, magistrados, mujeres, parlamentarios y periodistas influyentes reúne a quienes tiene una exposición mediática significativa.
La aceptación de la vigencia de los poderes es un requisito para la ejecución de las políticas públicas y para desplegar la capacidad orientadora y reguladora del Estado. En la coyuntura actual sería también una condición de éxito del diálogo que ha iniciado el gobierno. Es probable que en esa mesa falten sentarse algunos invitados.

domingo, 1 de septiembre de 2013

La épica del transfuguismo

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/la-epica-del-transfuguismo-30-08-2013
La República
La mitadmasuno
30 de agosto de 2013
Juan De la Puente
El debate sobre el transfuguismo avanza a reconocer su existencia. No obstante, sorprenden algunas expresiones que justifican el fenómeno. No hay duda, en el plano de las explicaciones, que el transfuguismo obedece a dos regularidades: 1) la crisis de los partidos de múltiple efecto, que principalmente debilita la adhesión, la democracia interna y reduce la vigencia temporal de las formaciones políticas; y 2)  los incentivos para la participación política sin lealtad partidaria, una de cuyas expresiones es la cuota de 20% de invitados en las listas parlamentarias, entre otras medidas legales. Con menos nitidez pero con posibilidades de apreciación racional se tiene la diferencia entre: 1) la disidencia programática; y 2) el abandono tránsfuga, egoísta y personalísimo. Es también cierto que no toda renuncia partidaria es sinónimo de transfuguismo y en ciertos casos se hace difícil apreciar cuál de las razones es la vigente.
En un segundo debate se encuentra la decisión de convivir con el transfuguismo o reducir su incidencia. En ese plano encuentro algunos argumentos equívocos. Uno de ellos considera que este fenómeno no debería ser corregido con la eliminación del voto preferencial, porque este es el modo más convencional de controlar la oferta partidaria. Este argumento es falso; en un sistema donde además del 20% de cupos de invitados por el caudillo se agregan más invitados con la cobertura de elecciones internas amañadas, se tiene que el grueso de la oferta de candidatos no es expresión del partido.
Otra apreciación sostiene que el transfuguismo ha logrado prolongar la carrera de los políticos. Tampoco es cierto; por ejemplo, solo dos de los 23 parlamentarios que en el período 2000-2011 abandonaron sus bancadas fueron reelegidos en las últimas elecciones. Es más, solo 1 de los 11 ex parlamentarios que el año 2011 pugnaron por regresar al Legislativo a través de otros partidos, logró su cometido. Luego, el país está poblado de candidatos a alcaldías y gobiernos regionales a los que la relección les es esquiva. Las excepciones son una anomalía que confirma la tendencia, jalonadas probablemente por el buen desempeño en el cargo, el despliegue de recursos en la campaña o la dispersión de los electores. En cualquier caso, es imposible inferir que los votantes premian el cambio de camiseta.
Una tercera apreciación sostiene que existirían dos transfuguismos uno bueno y otro malo; el primero, tolerable e inofensivo, es el orgánico, y el otro, el detestable, el ideológico. Tal distinción es un demasiado pedir a los candidatos a tránsfugas, casi todos políticos antipolíticos cuya actividad pública no se sustenta en las ideas sino en el dinero, el suyo o el de otros, la principal razón que los conduce a contratar con una lista de candidatos.
Una discusión que aún no se procesa es el contenido de la fidelidad partidaria y la relación entre el militante y el partido, una regularidad que el abuso del concepto de “candidato invitado” complica. Atenidos al ámbito parlamentario, a las elecciones concurre un programa por partido y no 130 programas en cada grupo. Este hecho no excluye las ideas propias pero las subordina al programa colectivo. En ese sentido, la lealtad reclamada es al programa del partido que el elegido asumió a su postulación. Esta lógica propia de la democracia representativa no puede ser alterada por una exclusiva relación individual y plebiscitaria de los políticos con sus electores. Nunca habría que olvidar que la representación parlamentaria tiene un doble origen y que los partidos no son locomotoras o cargadores frontales sino comunidades políticas.
Otro debate pendiente es cómo tratar el transfuguismo. No se ha planteado legislar solo sobre esta tema; no tendría sentido eliminar el voto preferencial sin reducir el cupo de invitados o evitar legislar sobre las elecciones internas, la alternancia de género o el financiamiento público. En la contemplación épica del transfuguismo veo a quienes se rinden ante el actual sistema. Ello es legítimo, pero algunos preferimos pugnar por su reforma.

lunes, 26 de agosto de 2013

El sistema político está crujiendo. Entrevista en La Primera

http://www.laprimeraperu.pe/online/entrevista/el-sistema-politico-esta-crujiendo_147609.html

Entrevista de Víctor Liza, publicada en el diario La Primera el 25/08/2013
JUAN DE LA PUENTE
El sistema político está crujiendo
Para Juan De la Puente, al país le hace falta un pacto político y otros entendimientos.

Víctor Liza
Twitter: @elgatocontabas

El sociólogo (abogado) y analista político conversó con LA PRIMERA sobre la propuesta de diálogo que el gobierno ha hecho a los sectores políticos y advirtió que la convocatoria no es sinónimo de debilidad, a tiempo de cuestionar la “oposición irreductible” del fujimorismo en este y otros temas. También afirmó que la izquierda debe ser incluida no solo en esta mesa, sino en otras más que debe impulsar el Ejecutivo y dijo que también deben participar otros actores como los gobiernos regionales y los movimientos sociales.
—¿Qué piensa de esta iniciativa del gobierno de plantear un diálogo con la oposición?
—Tengo entendido que la ronda del diálogo empezará mañana con una reunión del Acuerdo Nacional (AN), en la que se expondrá el pacto por la seguridad ciudadana, que es uno de los más importantes que requiere el Perú. De modo tácito, hemos tenido tres pactos: el pacto por la estabilidad económica, que se produjo en los años 90 y que ha continuado hasta ahora, y los pactos por la democracia y por el crecimiento económico con distribución, luego de la caída de Fujimori. Hemos tenido un pacto expreso, que es el AN, un pacto modelo en América Latina, porque expresa el acuerdo de los partidos y la sociedad civil.
—Además de la seguridad ciudadana, la lucha contra la pobreza y el crecimiento económico, planteados por el gobierno, ¿qué otros deben tratarse?
—Habría que realizar un pacto por la reforma política. No estamos solo frente a una crisis de representación, que afecta la legitimidad de los elegidos, sino que el sistema político peruano está crujiendo. No es solo una crisis del gobierno, es una crisis que aleja a la gente de la política y la vuelve contestataria, aún cuando no se manifieste abiertamente en las calles, en marchas multitudinarias. Tengo la impresión de que hay que encarar este pacto. Esto es importante porque al Perú le faltan pactos. Es un país donde pactar es tradicionalmente una cosa mala, fea. Esto es tan cierto, que un político experimentado en estas negociaciones como Ramiro Prialé (parlamentario y dirigente aprista fallecido en 1988) tuvo que acuñar una frase denominada “conversar no es pactar”, que era para esconder el pacto, porque la verdad es que conversar sí es pactar. Me alegro que se haya establecido en la agenda política del país la necesidad de pactos para superar esta guerra política de los últimos seis meses.
—Esos pactos que usted señala, ¿pueden ayudar a trazar políticas de Estado, como ha ocurrido en algunos países vecinos?
—Los modelos de pactos que hemos tenido en América Latina han sido tanto de corto como de largo plazos. Los de corto plazo han permitido superar crisis en situaciones especiales, como el “Pacto por la democracia” de 1985 en Bolivia. La mesa de diálogo de la OEA aquí fue un pacto muy específico. Pero también hemos tenido pactos de largo plazo. Necesitamos uno de corto plazo para defender el crecimiento económico, para que las repercusiones de la desaceleración de la economía mundial nos afecten menos. Pero también necesitamos pactos de largo plazo. Creo que lo que se verá mañana en el AN será un pacto de largo plazo.
—Nos acaba de hablar de la crisis del sistema político. ¿Ésta también no se origina por el tema de la “narcopolítica” denunciado en los últimos días?
—Son varios problemas. Uno de estos tiene que ver más con las formas de elegir a los representantes. El problema no está en el Congreso, sino en cómo se llega allí. Entonces, hay que revisar la conformación de la representación, sin financiamiento público, con voto preferencial, con los caudillos decidiendo la conformación de las listas, sin democracia interna, sin elecciones primarias, sin lista alternada. Tengo la sensación de que por ese camino estamos matando el sistema político. Todo esto tiene que ver con la etapa previa, la selección de los candidatos a la representación. Lo que se ve en el Parlamento es la expresión de esto. El transfuguismo, que es un problema serio de nuestra democracia, no se origina el día en que los parlamentarios se sientan en sus curules, sino en toda esta etapa previa.
—Volviendo al tema del diálogo, ¿cree que este llamado del gobierno a dialogar, en un momento en el que aparentemente se avecina una crisis económica, es una señal de debilidad o es un buen reflejo político?
—Curiosamente, cuando hay claridad en el poder, el pacto es de los fuertes y fortalece al poder. No veo la idea de un pacto como expresión de debilidad. Al contrario. La convocatoria al AN fue en un momento de transición, cuando el gobierno de Alejandro Toledo todavía estaba fuerte. La reforma constitucional que se hizo en Argentina en los años ’90, llamada “Pacto de Olivos”, fue cuando el gobierno (de Menem) se encontraba en un buen momento. Es cierto que hay otros pactos que se plantean en momentos de debilidad, pero creo que pactar la defensa económica del país no es sinónimo de debilidad, porque la economía peruana tiene argumentos que le permiten salir airosa. No usaría la palabra crisis, porque creo no ayudaría al pacto.
—Le preguntaba esto porque algunos analistas consideran que el gobierno de Ollanta Humala está aislado y en conflicto con todas las fuerzas políticas.
—Hay un dato real: la caída de 22 puntos de la aprobación del presidente expresa un desaliento social. Pero también hay un aislamiento de Humala de la “elite” política. Hay que recordar, sin embargo, que hace unos cinco meses el presidente tenía 52% de aprobación, e igual estaba peleado con esta “elite”. Tenía una mayoría social, pero tenía una minoría política. Hoy el gobierno tiene minoría social y política. Ese es un aislamiento que resulta complicado. Sin embargo, me preocupa más la minoría social que tiene Humala en este momento, porque este gobierno llegó con un mensaje de cambio sustantivo para un sector de la población. Ahora, hay otro dato de la realidad: que es un gobierno acosado. Hay sectores que quieren desvestir al gobierno, que se quite las prendas de su programa político todos los días: que Nadine diga que no va ser candidata, que no compre Repsol. Eso desgasta a cualquier gobierno, por más fuerte que sea. Hay sectores que quieren que el gobierno pase de ser acosado a tutelado, y de algún modo lo están logrando. Y así se desgasta.
—¿Cree que esas son las intenciones de la oposición, al querer sumarse al diálogo?
—Hay dos oposiciones. Una es la del “establishment”, que busca una pugna para desgastar al gobierno, pero con matices. Por ejemplo, la oposición de Acción Popular, del Partido Popular Cristiano, de Solidaridad Nacional, es una oposición distinta, que no quiere sujetar al gobierno. Veo en estos días un cambio muy importante en el Apra, que ha dicho que participará en el diálogo. Pero sí creo que hay una oposición irreductible, que es la del fujimorismo, que no se nota con claridad hacia dónde quiere llegar. Porque hasta en temas de fondo, como el de La Haya, Keiko Fujimori no quiso ir a Palacio de Gobierno. También tenemos una oposición social, que reclama el Gasoducto del Sur, el cumplimiento de las promesas, la modernización de la Refinería de La Pampilla. En este escenario, me ocuparía de las dos oposiciones, tanto del “establishment” como la social, que se mostró muy fuerte en julio.
—Hablando del fujimorismo, ¿qué piensa de esta actitud cerrada que tiene el fujimorismo?
—No le favorece, porque si ellos tuvieran planteada claramente una perspectiva de gobierno hacia el 2016, deberían proponerse una apertura hacia otros sectores de la oposición, no aislarse. Siendo oposición dura, podrían contribuir al aislamiento del gobierno, pero también contribuyen al aislamiento de la oposición dura, que termina en un “córner” del cual le es difícil salir. En un esquema de confrontación muy abierto, mi impresión es que en el caso peruano, pierden los dos extremos. Pierde el confrontado, y pierde el que genera el acoso.
…..
DEBEN PARTICIPAR
La izquierda y las fuerzas sociales
—Usted acaba de mencionar el tema de la reunión sobre el proceso de La Haya, en el que Keiko Fujimori no quiso participar. Pero en ese mismo foro no fueron convocados los partidos y sectores sociales vinculados a la izquierda. ¿Es importante que esté presente este sector político en este diálogo propiciado por el gobierno?
—De hecho, en el AN hay varios sectores sociales que expresan a la izquierda. Se supone que por ser un partido legal, inscrito en el Jurado Nacional de Elecciones, debería estar Tierra y Libertad. También está la CGTP. Pero tengo la sensación de que habría que incluir en varias formas de diálogo a lo que denomino la “izquierda social”, que se expresa en algunos gobiernos regionales, municipales; que probablemente no esté en el “establishment”, pero tiene una voz importante. En todo caso, al gobierno le corresponde relacionarse con los diversos espacios de representación del país. El AN no es el único espacio de diálogo.
—¿Qué otros espacios de diálogo podría abrir el gobierno?
—Tenemos la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, la asamblea de municipios rurales, Remurpe. También está la concertación agraria, que es otro mecanismo. El gobierno debe empezar a usar estos mecanismos, que también existen, pero que han estado abandonados durante mucho tiempo.
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ADVERTENCIA
“Guerra política” desgasta a todos
—¿Este diálogo puede darle algún respiro al régimen, en este momento de baja aprobación?
—Por lo menos permitirá recentrar la política, porque estos últimos seis meses hemos vivido una “guerra política”, que ha desgastado a todos los actores. Creo que no se puede llegar a un escenario del 2016, con una guerra política tan intensa. Entonces, se reposiciona una agenda con temas sustantivos, porque hoy importan mucho asuntos como la seguridad ciudadana, que la desaceleración de la economía mundial no nos afecte, estimular la inversión privada y el consumo, así como la inversión pública. El uso de las redes sociales, y hablo aquí de todos los políticos, para hacer política menuda y darse golpes bajos, en vez de una gran política, no es lo que merece el país; puede corresponderle a una nación que se está desangrando en una guerra civil, que no es nuestro caso. En cambio, la concertación a través del diálogo que se está estableciendo, implica establecer una gran política, es lo que merece un país como el nuestro, que crece 5% anual, que casi ha duplicado su PBI, que redujo la pobreza en 30 puntos porcentuales.
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Hay dos oposiciones. Una es la del “establishment”, que busca una pugna para desgastar al gobierno, pero con matices. Por ejemplo, la oposición de Acción Popular, del Partido Popular Cristiano, de Solidaridad Nacional, es una oposición distinta, que no quiere sujetar al gobierno. Veo en estos días un cambio muy importante en el Apra, que ha dicho que participará en el diálogo. Pero sí creo que hay una oposición irreductible, que es la del fujimorismo, que no se nota con claridad hacia dónde quiere llegar.
No es solo una crisis del gobierno, es una crisis que aleja a la gente de la política y la vuelve contestataria, aún cuando no se manifieste abiertamente en las calles, en marchas multitudinarias. Tengo la impresión de que hay que encarar este pacto. Esto es importante porque al Perú le faltan pactos. Es un país donde pactar es tradicionalmente una cosa mala, fea.

viernes, 23 de agosto de 2013

Despedida a la madre


(Lima. Campo Fe Huachipa 23/08/2013). Venimos a despedir a nuestra madre Vicenta con mucho dolor. Nuestra resignación se debate entre la esperanza y el desconsuelo porque como decía Antonio Marchado, "Hoy es siempre todavía''.
Nuestra madre se va como ha vivido, con entereza y humildad. Su sencillez ha hecho que se vaya con extrema discreción,  casi de puntitas, el corolario de una vida signada por la dignidad y la cautela.
Mujer de varios pueblos rurales que aprendimos a querer, donde mis hermanos mayores tuvieron la suerte de vivir, Chaglla, Santa Elena, Muña y Molinos, y de una sola ciudad, Huánuco, donde ella nos hizo a su imagen y semejanza.
Junto a mi padre Juan nos construyó un mundo que ya no volverá; un mundo que amamos y añoramos todos los días; ese mundo, al mismo tiempo cerrado como una fortaleza y abierto como un libro, fue el de las comidas en casa con leche fresca y pequeños panes, y el de los platos que solo ella sabía como hacerlos; la tertulia, los repasos de la escuela, la radio, las noticias, el rito diario del mercado, los crucigramas, los libros, los juegos y la tienda.
No quiso ni necesitó conocer el mundo para formarnos como mujeres y hombres libres, sujetados solo por los imperativos del honor, la generosidad y la honradez.
Nos dio tiempo, mucho tiempo, todo el tiempo del mundo, y nos siguió dando tiempo en sus pensamientos y preocupación a quienes estábamos lejos de su regazo. Y su tiempo fue siempre rico, porque fue amor, dedicación y alegría.
Gabriel García Márquez ha dicho que "Los seres humanos no nacen para siempre el día en que sus madres los alumbran, sino que la vida los obliga a parirse a sí mismos una y otra vez". En efecto, tenemos que empezar hoy día a vivir sin nuestra madre, sin su presencia física y animados e impulsados con su ejemplo y recuerdo. La soledad que hoy sentimos sus hijos, yernos, nueras, nietos, bisnietos y sobrinos, el tío Justo venido de lejos, tiene no obstante el signo de la esperanza.
Madre, te despedimos con amor, que será seguro una pequeñísima parte del que tu nos diste. Unidos superaremos esta prueba y te encontraremos todos los días y en cada instante.

Puede encontrar más información de esta nota en: https://juandelapuente.com/despedida-la-madre/

viernes, 9 de agosto de 2013

La hora de la comparación

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/la-hora-de-la-comparacion-09-08-2013
La República
La mitadmasuno
9 de agosto de 2013
Juan De la Puente
Ya es un lugar común del análisis político comparar a Ollanta Humala con Lucio Gutiérrez. La comparación viene desde su elección, en una matriz donde caben (cabían) Hugo Chávez, Rafael Correa, Lula y Cristina Kichner. En varios comentarios se dice que la caída de su aprobación y su aislamiento pueden dejar ver la experiencia del ex coronel ecuatoriano como una promesa de futuro del gobierno peruano.
El aislamiento de Humala es una nota preocupante de la coyuntura, aunque ha sido en algunos casos dramatizado, sin tomar en cuenta que Toledo y García estuvieron en una situación parecida y que ambos, con distinto nivel de recursos y de oposición, lograron salir del encierro forzado.
Habría que poner sobre la mesa las similitudes y diferencias entre los personajes, los gobiernos y sobre todo los países. Gutiérrez y Humala tienen historias personales parecidas, especialmente la tradición militar y una epopeya corta aunque decisiva en sus futuros políticos. Humala tiene a su favor, no obstante, una derrota electoral y una experiencia opositora de 5 años.
Los puntos de partida también son similares: ofertas de cambio radical, angustiosas elecciones en segunda vuelta que les obligó a ensanchar la coalición electoral y el inicio de gobiernos amplios con la presencia de partidarios, aliados de izquierda y liberales ortodoxos. Es importante señalar que mientras Humala eligió a 47 congresistas de 130, Gutiérrez tuvo 6 parlamentarios de 100, una base de apoyo menor en el Legislativo.
El giro conservador de ambos fue asimismo rápido; el gobierno de Humala se desprendió de la izquierda a los cinco meses y el de Gutiérrez a los siete. No obstante, allí empiezan las diferencias; Gutiérrez fabricó en el parlamento dos mayorías artificiales, primero acercándose a la derecha orgánica ecuatoriana y luego organizando una coalición populista uniendo a sectores de la derecha y de la izquierda a través de prebendas. Humala, en su caso ha logrado mantener con menos trabajo la mayoría en el Congreso sumando al PPC y Solidaridad Nacional, evitando enfrentar a una oposición unida.
Armado de una mayoría feble, Gutiérrez derrapó en una lógica dictatorial; derribó al Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo Electoral y cesó a 27 magistrados de la Corte Suprema de Justicia, en esto último para evitar su vacancia. En su fase final sumó a su caída en las encuestas una guerra política con los partidos llamados tradicionales, la prensa, los indígenas, los sindicatos y las clases medias. Construyó una unidad nacional, pero contra él.
Tres elementos determinantes de esa experiencia ecuatoriana fueron la soledad final en el Parlamento, la movilización social intensa y la colisión de poderes, en un contexto en que la crisis del sistema político se empalmó con la crisis de gobierno. En favor de Gutiérrez habría que anotar que no solo giró a la derecha sino que se desvistió bajo un incesante ataque de los poderes fácticos y de la derecha política que cada día le pedía que se sacara una prenda.
En nuestro caso, parte de los análisis deberían explorar la capacidad de maniobra con las que cuenta el gobierno. En el escenario de una crisis de gobierno emergente y otra del sistema político, igualmente inicial, es crucial el cese de la guerra política desaforada en favor de una competencia más racional y programática, una pelea de agendas más que de insultos. Al mismo tiempo, es fundamental escuchar a la calle en sus expresiones diversas, un imperativo que pasa, por ejemplo, por no subestimar la huelga de salud.
El establishment peruano en su ingenuidad cree que debe desvestir a Humala, arrinconarlo, privarlo de aliados y además pedirle liderazgo y mano dura con las demandas sociales, una operación donde el acoso se convierte en tutela; cree que el gobierno está en una disputa solo “arriba”. No se da cuenta de que, con sus límites y a la peruana, la calle es también un escenario de disputa y que importa el recorte del canon, la paralización del Gasoducto Surandino y el retraso salarial en el sector público. Creen que son los únicos insatisfechos.

sábado, 3 de agosto de 2013

Narcopolítica, normal nomás

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/narcopolitica-normal-nomas-02-08-2013
La República
La mitadmasuno
2 de agosto de 2013
Juan De la Puente
La Policía especializada parece haber dado un golpe certero a una red de tráfico de drogas que incluye a una ex congresista que en el anterior período representó al actual partido de gobierno. El nivel de la implicada y sus actividades cuando ocupaba un escaño parlamentario revelan un grado significativo de penetración del narcotráfico en la política. Los datos sobre la relación de Nancy Obregón con el tráfico de drogas no son nuevos: un asesor suyo (2006/2007) fue capturado con 140 kilos de cocaína y ella misma fue vinculada por informes periodísticos y policiales a la propiedad de pozas de maceración de coca. Como varios otros líderes cocaleros, su defensa de los cultivos ilícitos escondía el delito.
Es el más importante caso de narcopolítica de los últimos años, pero no el único. El especialista Jaime Antezana señaló en mayo del 2011 que ese año fueron elegidos 10 congresistas relacionados con el narcotráfico, detallando los distritos electorales de los que venían. El mismo Antezana reveló en abril del año pasado que en Apurímac, Puno, Junín y Lima se tenía a varios alcaldes vinculados al narcotráfico.
En  la campaña electoral del 2011 La República reveló que dos candidatos de Fuerza 2011 por Huánuco eran investigados por lavado de activos procedentes del narcotráfico. Un año antes, el Apra retiró toda su lista de candidatos al Gobierno Regional de Ucayali porque la dirigencia de esa zona se negó a retirar la postulación de la esposa del procesado ex alcalde de Pucallpa,  Luis Valdez. Ese mismo año, el propio Valdez, desde la prisión, logró inscribir su candidatura a la alcaldía de esa provincia, luego tachada.
La historia es más vieja; el 2006, se detectó hasta seis candidatos en las elecciones municipales y regionales de ese año que tenían antecedentes por tráfico de drogas.  Uno de ellos era Humberto Chávez Peñaherrera, quien había cumplido una condena de 10 años por narcotráfico y postulaba a la alcaldía de Campanilla (San Martín); el otro, abogado de carteles de la droga, pretendía la alcaldía de un distrito de Lima.
Toda historia tiene prehistoria; en los años ochenta varios políticos de alto nivel, entre ellos congresistas, se relacionaron con firmas del narcotráfico en tanto que la caída de Reynaldo Rodríguez López “El Padrino” reveló los contactos de este con altos mandos policiales. Ni qué decir de la sociedad ilimitada de Vladimiro Montesinos con los capos de las drogas a la que arrastró a algunos uniformados de alto rango.
En un país que ocupa el primer lugar en la producción de cocaína, con valles cocaleros en expansión y con una fuerte asociación entre el narcotráfico y la banda armada del VRAEM, es inexplicable, por lo extraño y sospechoso, que la política no se haya preocupado por atajar sus contactos con ese tipo de delito.
El rechazo a la narcopolítica es episódico y despreocupado. El más serio esfuerzo lo impulsó en abril del 2010 el entonces jefe de DEVIDA, Rómulo Pizarro, a cuyo llamado 19 partidos y movimientos políticos suscribieron el Compromiso Ético Contra la Infiltración del Narcotráfico. Este compromiso incluía cláusulas novedosas, entre ellas no considerar como candidatos a quienes hayan sido sentenciados por delitos de tráfico ilícito de drogas y/o en tanto se encuentren investigados; y no considerar como candidato a quien no pueda justificar razonablemente sus bienes e ingresos y los orígenes de los mismos.
Los firmantes también acordaron no aceptar donaciones o alguna otra forma de financiamiento de personas naturales o jurídicas que, al momento de realizar la donación, no declaren expresamente no haber sido notificadas de encontrarse comprendidas en un proceso de investigación policial, del Ministerio Público o de la Unidad de Inteligencia Financiera. El final de este pacto es poco conocido; solo dos partidos firmantes aplicaron sus cláusulas a la elección de sus candidatos y el pacto desfalleció porque de los seis convenios necesarios para que se facilite la información sobre antecedentes de los candidatos, se concretaron solo dos.