jueves, 29 de diciembre de 2011

Promineros y antimineros

La República
La mitadmasuno
8 de diciembre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/promineros-y-antimineros-08-12-2011


La presencia de una comisión de ministros en Cajamarca y la apertura de un saludable diálogo que el Estado de Emergencia ha interrumpido ha permitido apreciar expresiones menos dicotómicas que aquella que divide a los cajamarquinos entre promineros y antimineros. Desde Lima se “redescubre” una región más plural y colorida, una realidad que el Estado, las empresas y, sobre todo, la prensa se habían empeñado en simplificar en la palabra y en la acción.
Esta certeza, limeña y tardía, siempre es nueva. Podría ser la superación de una percepción histórica instintiva que se resiste a reconocer los matices por razones culturales, aunque la simplicidad es también una forma de interpretación esquemática y fantasiosa de lo ya conocido y, por tanto, a veces una forma de negación de la realidad.
Al rasgarse la dicotomía limeña se puede comprobar expresiones sociales y liderazgos más variados. Se aprecia, por ejemplo, la reducción del espacio de quienes postulan un no definitivo al proyecto Conga. Los partidarios acríticos de Yanacocha y de la inversión minera también ralean. Aparece, más bien, una sociedad tenazmente enfrentada al Estado deudor de su bienestar, crítica de la actividad minera depredadora, incumplida y soberbia y, sobre todo, hastiada de la política y sus instituciones.
No parece existir en Cajamarca un pueblo secuestrado por el ambientalismo duro ni comprado por la empresa minera. Hay radicales, claro, de uno y otro lado. Ante todo, sin embargo, existe un pueblo desconfiado, pobre y crecientemente preocupado por los recursos naturales. Frente a esa sociedad, el principal obligado es el Estado, y en todo sentido: protección de sus recursos, regulación, servicios básicos y orden público. Por algunas expresiones daría la impresión de que en estos días el único deber del Estado con Cajamarca es el deber de policía.
En este panorama, la división minería vs antiminería es deficitaria y de ella peca el reciente artículo de Iván Mendoza (Cajamarca: ¿bastión antiminero? Noticias Ser.pe). Increíblemente, el autor ajusta un conflicto actual al resultado de las elecciones, como si la minería hubiese sido el centro de las elecciones regionales y generales. Al “hacer hablar” a los votos fabrica una región antiminera minoritaria basada en sumas y restas.
Por suerte el asunto es menos dual y socialmente más rico. Por ello, el diálogo con Cajamarca y en Cajamarca no debe ser abandonado. Si hay una nueva estrategia de conflictos en el gobierno, esta no debería cometer los errores del pasado, es decir, el abandono de las poblaciones demandantes una vez apagadas las llamas del incendio. Esa estrategia también pasa por el fortalecimiento de los liderazgos locales y regionales y el debate abierto con ellos, sin exclusiones. En Cajamarca no hay otra opción que el diálogo.

Conga: el baile no ha terminado

La República
La mitadmasuno
1 de diciembre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/conga-el-baile-no-ha-terminado-01-12-2011


La suspensión de operaciones del proyecto minero Conga es el desenlace de varios errores y ausencias. En la perspectiva inmediata, proyecta una innecesaria debilidad del gobierno, un desgaste del papel arbitral del Presidente y una indeseable fragilidad del equilibrio de fuerzas que el mismo Ollanta Humala fundó acertadamente hace pocos meses.
La conclusión más importante de este episodio quizás sea que el juego de grandes actores públicos al que se había reducido la política los últimos años ha encontrado un límite: la calle. La falta de Estado y partidos, de interlocución y diálogo, y legitimidad y confianza, agranda las brechas detectadas, especialmente las políticas y territoriales.
La sociedad, en esta ocasión Cajamarca, encara y resuelve a su manera los conflictos que los actores abordan con un esquema cuestionado desde el Arequipazo del 2002, pasando por Tambogrande (2003), Kilish (2004), Combayo (2006), Majaz (2006) Bagua (2009), Tía María (2011) y Santa Ana (2011). Mientras la academia debate, Conga legitima con cargo a inventario un modelo violento de solución parcial de conflictos, una inclusión a palos.
Lo sucedido también limita el horizonte de la concertación y acota la capacidad del gobierno para producir cambios arrancando concesiones a los extremos. Conga interroga al proceso político con dos paradojas: ¿cuánto se puede cambiar sin cambiar? ¿Es más viable la concertación para no cambiar que para cambiar?
El principal error del gobierno en el caso Conga fue presidencializar el conflicto. La sentencia ¡Conga va! fue celebrada desde un lado del escenario pero desafiado desde el otro, paralizando el diálogo, polarizando la discusión y empoderando en Cajamarca a los partidarios de la confrontación. En este cuadro se registra otra paradoja, aunque esta no es tan nueva: tenemos gobierno pero no partido de gobierno. Fue muy escasa la defensa pública de la posición gubernamental.
Los errores de la empresa son memorables. En lugar de persuadir a la población ubicada en el ámbito de ejecución del proyecto crearon su propio pueblo, obtuvieron su pedazo de calle y tentaron su legitimidad frente a la legitimidad de los otros. Deberían evaluar ahora que la táctica de minería vs antiminería, en una etapa de crecimiento del ambientalismo, es una invitación al fracaso.
Con la suspensión del proyecto, el baile no ha terminado. En el pasado, todos los conflictos debilitaron la autoridad nacional y regional y esta no parece ser la excepción. En Cajamarca se han fortalecido los liderazgos maximalistas. Quizás sea la oportunidad de intentar un consenso nacional sobre nuevas reglas de juego de las actividades extractivas. Como en otros casos este es un problema de orden en el sentido de estructura y no de fuerza y la solución pasa por el Estado y por el diálogo.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Cuatro libros de la USMP nominados al Gourmand Books de Paris 2012

Los autores son Sara Beatriz Guardia, Sandra Plevisani, Pablo Macera, Enrique Casanto y Marcela Olivas
Cuatro Libros de la USMP nominados al Gourmand Books de Paris 2012

(USMP. FE) Cuatro libros de la Universidad de San Martín de Porres fueron nominados al prestigioso Premio Gourmand Books 2012, señaló el Director del Fondo Editorial de la USMP, Juan De la Puente. Todos ellos corresponden a investigaciones gastronómicas y etnológicas de la Facultad de Ciencias de la Comunicación Turismo y Psicología de la universidad.
La ruta de la papa, de los Andes Peruanos a Europa. Historia, sociedad y cultura. Siglos XVI-XXI, de la historiadora y periodista Sara Beatriz Guardia fue nominado en la categoría Mejor Libro del Año.
La cocina mágica Asháninca, escrito por el historiador Pablo Macera y por el antropólogo asháninca Enrique Casanto fue nominado en la categoría el Mejor Libro Ilustrado.
El Gran libro de Postre Peruano de la reconocida chef Sandra Plevisano fue nominada en la categoría Mejor Libro de Cocina Latinoamericana.
Finalmente, Ancash, la cocina tradicional de la historiadora gastronómica Marcela Olivas fue nominada en la categoría Mejor Libro de Cocina Local.
La premiación es el 6 de marzo 2012 en París.

sábado, 3 de diciembre de 2011

El bien y el mal asháninca

La República
La mitadmasuno
24 de noviembre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/el-bien-y-el-mal-ashaninca-24-11-2011


Pablo Macera y Enrique Casanto acaban de publicar un vivo testimonio de la nación asháninca, reivindicando su riqueza cultural, particularmente sus manifestaciones etnológicas. Dentro de ellas ocupan un lugar destacado sus saberes culinarios y la representación simbólica mágica de los alimentos. La Cocina Mágica Asháninca (Fondo Editorial USMP, octubre 2011), aborda la caza, la pesca y la agricultura de esa nación y se ocupa prolijamente de sus narraciones. El libro es la referencia antropológica actual de otro texto de ambos, El Poder Libre Asháninca (USMP, 2009) que revisa la rebelión de Juan Santos Atahualpa entre 1742 y 1752.
Macera y Casanto van un paso más adelante: alertan sobre los riesgos que para la sociedad asháninca representan la actividad de exploración de hidrocarburos en las cuencas de los ríos Ene, Tambo, Perené y Pichis, los proyectos de expansión de cultivos para biocombustibles y los de carreteras, hidrobias e hidroeléctricas. Los ashánincas se han liberado de la esclavitud cauchera, en los siglos XIX y XX, y de la senderista en los años de la violencia reciente, en ambos casos con graves pérdidas y dolores, pero ahora mismo su relación con el Estado es conflictiva y precaria; la desnutrición crónica en el río Tambo es 74% y en el nivel infantil llega al 81%.
Los autores reseñan ese mundo que pugna por no ser subyugado por nuestra modernidad. Ponen sobre la mesa, por ejemplo, la importancia de la yuca, que es en la alimentación amazónica lo que la papa es para los Andes. Es relevante el recuento de frutos consumidos por esa sociedad, casi todos ignorados en el resto del país aunque familiares para la Amazonía como la anona, el palmiche, el caimitillo, el tumbo o la sachamora, y de otros aún más desconocidos que ni siquiera tienen nombre español, como la íbara, el aapi o el damacoshire.
Es aleccionadora y reveladora la síntesis mágica en procura del equilibrio y del bien que los ashánincas realizan entre el hombre y los animales, principalmente aquellos usados para la alimentación. Por razones de virtud o de vicio terrenal, los hombres abandonan su condición humana por voluntad, castigo o salvación para adueñarse de un ser vivo animal, una suerte de reinvención que en casi todos los casos funciona como un mecanismo para fijar límites a los excesos humanos en las actividades productivas y extractivas o para promover la convivencia social. Aconsejable esta sabia conversión pacífica del mal en bien en tiempos en que el ser humano demora y sufre para encontrar sus límites.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Las dos sombras

La República
La mitadmasuno
Jueves 17 de noviembre de 2011

Juan De la Puente

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/las-dos-sombras-17-11-2011


Ollanta Humala ha construido un gobierno que algunos llamaron arcoíris y que al paso de los días se deja ver como una convivencia con menos colores, donde caben nacionalistas, socialistas, liberales y un nuevo grupo, los asustados. Luego de los 100 días, ese equilibrio asoma precario y su vulnerabilidad es el principal reto de un gobierno que empieza a ser acosado. Desde la empresa se demandan garantías a la inversión y desde los movimientos sociales regulación.
Las presiones las recibe el gobierno pero el centro de la discusión es el Estado. Podría ser que, a despecho de los que exigen la aplicación del principio de autoridad, el Estado se está revelando como incapaz de garantizarlo totalmente, salvo que se rompa el equilibrio. Del mismo modo, un nuevo sistema de regulación estatal no puede ser aplicado a determinadas actividades económicas sin resentir abiertamente a los actores económicos.
Acaso el gobierno ha perdido el impulso inicial que lo llevó a la negociación para el gravamen minero, la aprobación de la Ley de Consulta Previa, la adopción de medidas para impedir el impacto de la crisis internacional y la creación del Ministerio de Inclusión Social.
En ese sentido, la hipótesis que barajan algunos, sobre que la actual ola de conflictos se origina en la concertación para el cambio de las primeras semanas, puede ser equívoca. Contrariamente, lo urgente parece ser concertar máscon la empresa y los movimientos sociales en lugar de una deriva de mano dura. Como al inicio, el problema sigue siendo el Estado.
Este cuadro no esconde las dos sombras que planean detrás de los movimientos, es decir, las presiones para sacar a la izquierda del gobierno o para suprimir su ala liberal. En el primer caso, si el gobierno girara a la derecha, el país se radicalizaría y, lo más probable, es que si la izquierda sale del gobierno, la derecha no se comprometa con él. Eso se llamaría soledad y le ocurrió a Lucio Gutiérrez en Ecuador el 2004. Al revés, la radicalización izquierdista implicaría un curso de confrontación de un gobierno de vencedores contra la empresa vencida, un modelo que ha mostrado sus límites en la región.
En el horizonte hay muy poco por escoger. Por un lado, la conservación del equilibrio que permite que el país funcione y, por el otro, la concertación para el cambio porque solo el cambio, y no el inmovilismo, hará fuerte al gobierno.

A propósito del caso Conga una entrevista hace 15 días en Ideéleradio

El 14 de noviembre brindé declaraciones al programa No hay Derecho, de IDL, que dirige Glatzer Tuesta, en Radio San Borja, cuando la ola de conflictos era "pequeña". Estuvimos con Javier Torres, de SER. Hablamos de todo pero lo central fueron los conflictos.

Ideeleradio.- El Gobierno pudo haber resuelto de una forma más sencilla la pequeña ola de conflictos, pero aún está utilizando el colapsado modelo de gestión de conflictos que heredó del aprismo, en el que el Estado es lerdo, sostuvo el analista político Juan de la Puente.
“Podía haber sido más sencillo [administrar la controversia], si es que se cambiaba el modelo de gestión de conflictos heredado del gobierno anterior y en general de la década pasada, que es un modelo que ha colapsado, que no funciona, es un modelo que ha sido derrotado por los acontecimientos, ese modelo de gestión incluye mesas de diálogo actas, comisiones de alto nivel, y desde el lado de la sociedad, incluye obviamente marchas, tomas de carreteras […]”, expresó en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.
“Aquí el problema fundamental es el Estado, y en ese modelo el Estado es lerdo, en ese modelo hay que esperar que la población se levante para ir a firmar actas, […] ese modelo ha colapsado y se necesita obviamente un nuevo modelo, y en eso una actitud del Estado más cercana en una calidad de árbitro frente a este tema”, dijo.
Demandas ambientales y de inclusión social
Refirió que la base de la mayoría de conflictos sociales responde a intereses de caracteres medioambientales y sociales, como los suscitados en Andahuaylas, donde la población reclama la eliminación de la minería informal y también de ordenamiento territorial, como el de las comunidades de Cajamarca.
“En la base de los conflictos hay intereses ambientales, medioambientales, pero son principalmente sociales, en algunos casos, se tratan de pedidos para que la minería informal sea erradicada, fundamentalmente, en el caso de Andahuaylas; en el caso de Cajamarca, se trata de una demanda en función de una expectativa de ordenamiento territorial”, señaló.
Indicó que a diferencia de los conflictos sociales ocurridos en gobiernos anteriores, donde los reclamos eran cuestiones de políticas globales, los actuales pedidos son exigencias de inclusión social.
“Yo vería esto como una pequeña ola [de conflictos] en el programa de inclusión del nuevo gobierno no es una demanda como en gobiernos anteriores lo que se trataba es de cuestionar políticas globales. […] Hay un lineamiento político en el Gobierno, quizás porque sólo tiene 100 días o quizás porque no ha habido cuidado en plantearlo”, anotó.
Un gobierno que incluye a vencedores y vencidos
En otro momento, precisó que la actual gestión contrasta con las administraciones de Venezuela, Ecuador y Bolivia, porque a diferencia de estos países, el presidente Ollanta Humala ha construido un gobierno que incluye también a los vencidos, al punto que está conformada por nacionalistas, socialistas y liberales.
“El presidente Humala ha construido un gobierno que no es de vencedores y vencidos, donde una parte de los vencidos están sentados en el Gobierno, por eso que el señor [Miguel] Castilla es ministro de Economía, entonces, no es un modelo [como el de] [Hugo] Chávez, [Rafael] Correa o [Evo] Morales, [más bien] es un equilibrio donde hay nacionalistas, socialistas y liberales”, indicó.
Los que votaron en primera y segunda vuelta
El analista estimó que los pobladores y comuneros que protestan en Cajamarca, Ancash y Andahuaylas no son parte de grupos radicales, sino de los que votaron por él en la primera y en la segunda vuelta. Añadió que estamos ante un momento que requiere de un nuevo modelo de gestión de conflictos.
“Yo creo que los que protestan hoy día no son los que formaron parte del 31 o el 32% de Humala en la primera vuelta, son parte de los que votaron por él en la primera y en la segunda vuelta, o sea, yo no creo que esto sea una demanda radical, al interior pueden haber grupos radicales […] minoritarios, pero estas son demandas sentidas en Andahuaylas, nadie va a decir que los que han salido a las calles son radicales”, declaró.
“Entonces, estamos frente a un nuevo momento, sobre el cual se necesita un nuevo tipo de gestión de conflictos del Estado y ese paso no se ha dado y mientras se siga con ese modelo de gestión de conflictos vamos a tener eso”, argumentó.
Megaconsulta y Pacto Nacional Minero son interesantesEn otro momento, calificó de interesantes tanto las propuestas del presidente Ollanta Humala de realizar una megaconsulta concerniente al tema del ordenamiento territorial, como la del asesor de la Presidencia de Consejo de Ministros (PCM), Carlos Tapia, quien planteó crear el Pacto Nacional Minero, porque será la población total quien decidirá si habrá o no minería en su zona.
Cuestionó al presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos, por deslizar la idea de erradicar la minería en su región porque no ha hecho un estudio ambiental que le permita llegar a esa conclusión, ni ha consultado a su población.
“Me parecen dos iniciativas interesantes, porque el Perú debería decidir donde realizar minería y donde no, eso no puede nacer desde la iniciativa de un presidente regional. Yo el otro día escuché a Gregorio Santos decir ‘ya no más minería en Cajamarca’ y quién es él para decir eso, se le ocurrió a él, ese día amaneció dispuesto a decirlo, acaso ha hecho un estudio”, refutó.
Conflictos son una oportunidad de generar crisis
Advirtió, finalmente, que esta secuencia de conflictos sociales puede ser empleada por sectores políticos y empresariales para intentar desequilibrar la administración de Ollanta Humala, en el sentido de generar una crisis en el interior del Ejecutivo y un cambio de su orientación inicial.
“Los conflictos también son una oportunidad para los sectores políticos, y para los sectores de la gran empresa, esta es una oportunidad también para provocar e intentar generar una crisis en el interior del gobierno y un cambio de orientación”, concluyó.

Puede encontrar más información de esta nota en: 
https://juandelapuente.com/proposito-del-caso-conga-una-entrevista/

jueves, 10 de noviembre de 2011

Nuestro lugar en el mundo

La República
La mitadmasuno
10 de noviembre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/nuestro-lugar-en-el-mundo-10-11-2011

El reciente Informe de Desarrollo Humano (IDH) del 2011 presentado por el PNUD la semana pasada en Lima ha servido para que la mayoría de medios subrayen la ubicación del Perú en el puesto 80 en el ranking de 187 países y nuestra pertenencia al grupo de países de desarrollo alto. Se ha resaltado menos que al ajustarse los indicadores con el factor desigualdad, el Perú pierde un 23% de desarrollo debido, sobre todo, a un bajo ingreso, descendiendo por ello al nivel de país de desarrollo medio.
El Informe tiene otros atributos a destacarse. No es el primer estudio que asocia el crecimiento y el desarrollo a la equidad, pero es el primero que relaciona sostenibilidad ambiental con equidad. En esa dirección advierte que no se puede continuar con un modelo que no enfrente abiertamente los riesgos ambientales y la desigualdad. Recuerda que informes anteriores alertaron de fenómenos crecientes: que el aumento de los ingresos se asocia a la degradación ambiental; que la distribución del ingreso ha empeorado en varias partes del mundo; y que existen grandes fluctuaciones y brechas en el IDH, en perjuicio de las zonas rurales y de las mujeres, de las que no somos ajenos.
Para el Perú, la relación sostenibilidad/equidad implica un dilema ante todo moral y profundamente político para la democracia, en dependencia de tres factores: 1) Nuestra biodiversidad, tanto genética, de especies y de ecosistemas; 2) Nuestra condición de país amazónico y poseedor de entre el 4% y 5% de agua dulce del planeta; y 3) El notable retraso de las políticas de regulación ambiental.
Nuestra paradójica posición de país con riqueza/vulnerabilidad demanda soluciones rápidas tanto de cara al crecimiento económico, como al medio ambiente y la equidad. La única salida pasa por fortalecer el papel regulador y cada vez más arbitral del Estado y el reconocimiento práctico de un grupo de derechos que algunos denominan de cuarta generación.Sobre el tema, Norberto Bobbio anotó dos conclusiones sustantivas: que en el mundo moderno la cuestión de los DDHH no es la de su fundamentación sino la de su protección; y que el Estado liberal como supuesto del Estado democrático se justifica en el sentido que son necesarias ciertas libertades para el ejercicio del poder democrático pero que es indispensable que el poder democrático garantice la existencia y persistencia de las libertades.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Humala, los 100 días

La mitadmasuno
La República
3 de noviembre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/humala-los-100-dias-03-11-2011

El gobierno transita sus primeros 100 días con algunos logros sustantivos. Quizás el primero sea que el país ha continuado su marcha a despecho de las previsiones catastrofistas de la derecha perdedora de las elecciones. Ninguna ecuación política, salvo el retroceso, sería posible si la economía no continuara la evolución prevista. Junto a lo señalado, otro logro político debe ser anotado: haber convertido en hegemónica y culturalmente irrebatible la crítica a la desigualdad y, por lo tanto, en viables las decisiones en línea de la inclusión. Solo habría que recordar que hace pocos años, la equidad era casi una mala palabra.
No obstante, también merece atención el modelo de gobierno propuesto, sostenido en una triple convivencia entre nacionalistas, socialistas y liberales. La integración de una parte de estos últimos en el gobierno es audaz en tanto la expresión de un modelo de cambio sin vencedores ni vencidos, distante del modelo venezolano y acaso ecuatoriano. La apuesta consiste en integrar a parte de los vencedores a la obra del gobierno bajo la idea de que existe una agenda liberal de contenido distributivo.
Para más de uno, el riesgo de este modelo no es la convivencia sino la acotación de los cambios, es decir, el tránsito hacia las reglas de juego chilenas luego de Pinochet, donde las políticas fueron moduladas por los poderes fácticos en apoyo de fuerzas del gobierno. En nuestro caso, esa posibilidad depende del perfil de los movimientos sociales, autónomos los últimos 20 años. Esta discusión se resolverá en la práctica cuando la calle responda a la pregunta: ¿Se autonomizarán del gobierno los movimientos sociales en un grado muy alto y podrán forzar un ciclo de cambios más rápidos e intensos?
El gobierno ha tenido éxito en rebajar las expectativas económicas centrando las demandas en la política social. La aprobación de la Ley de Consulta Previa y del gravamen minero no colisionan (todavía) con el núcleo del modelo; tampoco la puesta en marcha de los programas sociales ofrecidos. En este diálogo de señas e imágenes, la sociedad parece contentarse por ahora con la parte social de la inclusión, rebajando sus demandas de poder y de cambio económico. Ese canje tiene un tiempo político valioso que se debería traducir en la reforma del Estado, el principal problema de la inclusión en el corto plazo. El país quiere aunque sea un pedazo de cambio.

viernes, 28 de octubre de 2011

El ghetto partidario

La mitadmasuno
La República
27 de octubre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/el-ghetto-partidario-27-10-2011

Se acaba de presentar un proyecto para reformar la Ley de Partidos Políticos que eleva el número de firmas para la legalización de una organización política. De aprobarse la iniciativa, se necesitarán no menos de 760 mil firmas, es decir, el 4% del padrón electoral, para la inscripción legal de un partido. La medida estira la arbitrariedad de un cambio anterior, realizado a hurtadillas el 2009, cuando se fijó en 3% del padrón las firmas requeridas, es decir, 570 mil.
Los motivos que expresa el proyecto Nº 406/2011 son sinceros: que a la fecha se han vendido 300 kits electorales a grupos que aspiran a legalizarse. Declara que el propósito es evitar la fragmentación y, de paso, fortalecer el sistema de partidos.
Si se aprueba la norma no se lograrán esos objetivos porque aborda el problema sin una visión de reforma integral de la Ley de Partidos. Al contrario, suena como el inicio de una contrarreforma para cerrar a patadas el sistema de partidos en lugar de renovarlo. Paradójicamente, no toca el tema de fondo que está en la base de los casos denunciados y que evidencian que el problema reside principalmente en la formación de la representación más que en el acceso al sistema.
En todo caso, si el tema es la pertenencia al sistema, las firmas son menos relevantes que otros factores que podrían tomarse en cuenta, como los requisitos para quedarse en el sistema, es decir, el porcentaje de votos obtenidos o la cantidad de parlamentarios elegidos. Si aprueba el proyecto volveríamos a finales de los años 90. Las 300 mil firmas requeridas entonces dejaron sin competencia a los grupos aluvionales faltos de identidad y arrinconaron a los partidos.
La participación política en el Perú es afectada tanto por la fragmentación como por la dispersión. Con la fragmentación se tiene muchos partidos (aunque no son demasiados para la media de A. Latina), pero con la dispersión se tienen varias versiones de izquierda, derecha y centro. Elevar el número de firmas sería construir un ghetto partidario, inalcanzable pero no por ello respetable y legítimo.
Es preciso debatir cuán cerrado o abierto es el actual sistema pensando en los ciudadanos más que en las elites, especialmente aquellas que pueden “invertir” en la legalización de un partido. La idea básica es que los ciudadanos están subrepresentados, con una relación representante versus elector muy baja. Si a ello se suma un ghetto de elegibles, iríamos en retroceso.

viernes, 21 de octubre de 2011

Hijos de la antipolìtica

La mitadmasuno
La República
20 de octubre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/hijos-de-la-antipolitica-20-10-2011


Las denuncias contra un numeroso grupo de parlamentarios por delitos cometidos antes de su elección y ocultados con habilidad al elector son un resultado esperado en la democracia sin partidos a la que ingresamos en las elecciones recientes. El estupor que expresan varios análisis tiene, sin embargo, el mismo volumen que la hipocresía sobre las causas del fenómeno. Al leerlos, uno tiende a pensar que una desgracia repentina, fruto de la casualidad, se ha cernido sobre el Congreso.
No es así, los acusados son hijos de un sistema ensamblado en cómodas cuotas quinquenales los últimos 25 años; son criaturas del voto preferencial, una de las armas asesinas de los partidos políticos; de la ausencia de elecciones internas, relativizadas al extremo en la Ley de Partidos; y de la falta de financiamiento público de las colectividades políticas y, al mismo tiempo, de la ausencia de regulaciones en materia de publicidad electoral.
Son hijos, cómo no, de otras deformaciones, con más historia a cuestas, principalmente del caudillismo, el mal republicano que Jorge Basadre sujetaba tanto a la permisividad de la sociedad como a la capacidad arrolladora del líder mesiánico. Al fin y al cabo, caudillismo y autoritarismo son caras de la misma moneda.
Finalmente, no son hijos de la política sino de la antipolítica, el paradigma alabado por muchos de quienes ahora llaman a herejía, que premia a los independientes y desconfía de los afiliados y que empuja al poder a los hombres de empresa, formales e informales, más vinculados a sus chequeras que a sus ideas. Por eso será difícil encontrar entre los acusados a fogueados militantes de partidos, de izquierda o derecha, que ya pasaron por el tráfago de la vida partidaria. Al contrario, la mayoría de los cuestionados son la llamada “sangre nueva”, esa transfusión que cada cinco años reclama la fiebre nacional del “que se vayan todos”. El Perú tiene la más baja tasa de reelección parlamentaria de la región.
¿Qué harán los líderes del país con este Parlamento? Ellos los seleccionaron antes del voto ciudadano. Podría ser que no muevan un dedo; hay evidencias de que el sistema se está quedando sin fuerzas para luchar por su transparencia y que la reforma política ha sido abandonada. Aun así, es imperativo que las fuerzas sanas del Parlamento rompan con el pasado. Si no lo hacen, ellas también habrán sucumbido.