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sábado, 18 de diciembre de 2010

Una pregunta incómoda: ¿Habrá siempre democracia?

El profesor español Ignacio Sánchez-Cuenca, de la Universidad Complutense de Madrid, acaba de publicar en El País (12-12-2010) un atrevido artículo titulado ¿Habrá siempre democracia? donde analiza las rejaduras que presenta en Europa la representación democrática.
El análisis de Sánchez-Cuenca no se afirma en la negacíon de la democracia sino en la observacion de sus cambios en Europa. Señala que las democracias desarrolladas que conocemos, las llamadas democracias liberales, se construyen sobre dos principios complementarios. Por un lado, el principio de igualdad política, en virtud del cual todos los ciudadanos, con independencia de su género, edad, etnia, riqueza, educación, etcétera, tienen el mismo derecho a participar en la vida política. Nadie puede ser discriminado por alguno de los motivos mencionados. La libertad de expresión, la libertad de reunión y el derecho de voto son manifestaciones claras del principio de igualdad.
Señala que, por otro lado, el principio de autogobierno, que establece que las decisiones colectivas han de tomarse en función de las preferencias de los ciudadanos y no en función del criterio de los sabios, los aristócratas, la divinidad o los poderosos. Teniendo en cuenta que los ciudadanos, casi siempre, se encuentran divididos y tienen ideas distintas sobre lo que debe hacerse, se recurre a la regla de mayoría, que es la regla que minimiza el número de gente que está en desacuerdo con la decisión adoptada.
El profesor español asegura la tendencia en Europa, agravada durante la crisis económica, consiste en ir abandonando paulatinamente el principio del autogobierno. Mientras que los derechos que garantizan la igualdad política se mantienen estables y tienen una solidez envidiable, las decisiones de los representantes políticos cada vez guardan una conexión más lejana con las preferencias individuales de los ciudadanos.
Así, dice, los Gobiernos han de actuar dentro de los estrechos márgenes que les dejan los tribunales constitucionales, los bancos centrales independientes, las agencias reguladoras y las instituciones supranacionales a las que deben obediencia. Y han de responder además a las presiones materiales de los mercados y los poderes económicos. En estos momentos de crisis, por ejemplo, los gobernantes de los países democráticos parecen contentarse con no ahogarse en la tormenta financiera, sacando la cabeza por encima del agua, pero sin conciencia de la dirección en la que les empuja la tempestad.
Anota que es muy preocupante que en la esfera pública vaya cundiendo la impresión de que el buen gobernante, el hombre de Estado, es aquel que abandona los compromisos adquiridos con la ciudadanía y adopta, por "responsabilidad", medidas impopulares. Parece como si el certificado de buena conducta del gobernante se expidiera en función del grado de impopularidad de la política llevada a cabo.
Finaliza que no cabe descartar entonces que los Gobiernos dejen de ser representativos en algún momento. Dice que eso no quiere decir que vayan a actuar siempre al margen del sentir mayoritario de la sociedad, pero si atienden a las demandas ciudadanas será en todo caso por cálculo o conveniencia, no porque el sistema político se construya en torno al principio de que las decisiones colectivas estén determinadas por las preferencias individuales. Con seguridad seguirán existiendo medios de comunicación libres, grupos de presión y toda clase de asociaciones, pero quizá no partidos políticos. En la hipótesis más favorable, se mantendrían las elecciones, pero los candidatos y sus plataformas de apoyo tratarían de destacar sobre sus rivales únicamente por su capacidad de gestión y no por sus diferencias ideológicas. Y si la integración supranacional continúa, la relación entre la ciudadanía y los decisores será cada vez más débil, como ya se aprecia en el funcionamiento de la Unión Europea.
Según Sánchez-Cuenca, el principio liberal seguirá ganando peso frente al principio democrático. Habrá, por tanto, algo parecido a un Estado de derecho, a escala supranacional probablemente, que garantice tanto los derechos individuales como el entramado institucional que requiere una economía capitalista global. En ese marco, la gente tendrá capacidad de influencia sobre todo en el ámbito local, donde podrían desarrollarse prácticas democráticas más puras que las que conocemos actualmente, pero sin que los cambios locales puedan en todo caso extenderse más allá, derivando en cambios sociales de mayor alcance.
En un punto que compartimos de algún modo, que es materia de dos artículos que preparo para prever lo que tendrá el Perú luego del fin del sistema de partidos que hemos conocido desde 1980, señala que el futuro que nos aguarda no pasará por Gobiernos despóticos o autoritarios. Sí, en cambio, por formas de dominación difusas y tecnocráticas, compatibles con el ejercicio de la libertad individual. Sería el triunfo del liberalismo, que siempre ha mantenido una relación incómoda y tensa con el principio democrático.
El artículo íntegro puede leerse aquí.

jueves, 30 de septiembre de 2010

La Europa Social en las calles. España por otro pacto


Crecimiento sí
España, la más dura
Nuevo compromiso histórico
Mas reformas, de los mercados

(Juan De la Puente. Desde Barcelona). La Europa Social se agita contra la reformas en reversa de los derechos conquistados y contra ajuste hacia abajo. El miércoles, más de 100 mil personas han marchado en Bruselas demandando a los gobiernos de la UE el fin del ajuste hacia abajo para luchar contra la crisis económica, la recesión y el paro. “Ya no pueden escuchar sólo a los mercados, ya no pueden ignorar el enfado y la preocupación de los asalariados", ha dicho John Monks, secretario general de la Confederación Europea de Sindicatos (CES).
Miles de mujeres y hombres, muchos de ellos jóvenes, de la nueva generación de trabajadores europeos castigados por el desempleo y el ajuste, provenientes de 30 países, entre ellos Alemania, Francia, Italia y Portugal, han respondido al llamado de los sindicatos.

Crecimiento sí
Según reportó Europapress, Monks le ha dicho a los líderes europeos: "Den una oportunidad al crecimiento, no vayan a por la austeridad". En opinión de Monks, el hecho de que los líderes europeos se hayan marcado como prioridad "pagar la deuda" va a "empujar la economía a una gran recesión" y ha calificado de "locura" la idea imponer sanciones a los países con déficit excesivo. Los sindicatos europeos son conscientes de que los 27 tienen "desafíos que superar", pero Monks les ha pedido que "se tomen su tiempo" para reducir el déficit. "No hay urgencia, que no cunda el pánico", ha dicho. En su opinión, los recortes en Grecia e Irlanda no han supuesto para estos países ningún beneficio para el crecimiento y el empleo, por lo que los 27 deberían "no precipitarse con medidas de austeridad drásticas, y orientar el gasto público hacia la inversión". Precisamente este miércoles, la Comisión Europea ha propuesto sanciones de hasta el 0,2% del producto interior bruto para los países de la eurozona con déficit o desequilibrios excesivos, como burbujas inmobiliarias.

España, la más dura
Según Monks, las medidas aprobadas por el Gobierno español para hacer frente a la crisis económica son "probablemente las peores de toda la Unión Europea (UE)" después de las aplicadas en Grecia. Precisamente el miércoles 29, miles de españoles salieron a las calles contra las reformas laborales en el marco de la Huelga Nacional 29-S.
En efecto, decenas de ciudades españolas fueron el miércoles el escenario de masivas concentraciones con las que se cerró la huelga nacional de los sindicatos contra la reforma laboral del gobierno de Luis Rodríguez Zapatero. La socialista Unión General de Trabajadores (UGT) y la comunista Comisiones Obreras (CCOO), señalaron que la huelga fue acatada por 10 millones de trabajadores, el 71% de la masa laboral española, cifras que los gremios empresariales sitúan más abajo y que el gobierno del PSOE ha contestado indicando que el acatamiento fue dispar.
La jornada, la sétima huelga en democracia y la primera contra el gobierno de Rodríguez Zapatero, fue violenta en algunas ciudades, especialmente en Barcelona, donde se reportaron 57 heridos. En esa ciudad, grupos radicales antiglobalizacion han incendiado un patrullero policial y varios contenedores de basura. Los incidentes se han saldado con centenar de detenidos en todo el país. Los organizadores de la huelga han deslindado con estos grupos violentistas.
Desde las primeras horas de la mañana el transporte en buses y trenes operaron con los servicios mínimos y los vuelos aéreos se han restringido. El paro se ha concentrado en las principales industrias y los grandes mercados de y los grandes mercados de abastecimiento de materias primas. El comercio
ha funcionado con relativa normalidad. La mayoría de medios ha señalado que el paro no tuvo los resultados esperados.

Nuevo compromiso histórico
España está sumida en una crisis severa, con casi cuatro millones de parados una. Con la huelga del 27-S los trabajadores pretenden forzar una nueva ronda de negociaciones sobre la reforma laboral que el parlamento aprobó hace semanas y que permite, por ejemplo, el despido con una indemnización por una simple previsión de pérdidas. Rodríguez Zapatero no ha negado la posibilidad sentarse a la mesa pero es poco probable que retroceda en las medidas aprobadas, ratificadas personalmente por él ante los líderes empresariales con los que se reunió en EEUU la semana pasada. A pesar de ello, el gobierno no ha combatido la huelga: ha dejado sentado que aunque no está de acuerdo, la respeta. En algunas opiniones se ha dejado sentir una idea gruesa: España necesita como en 1977 un nuevo compromiso histórico.
Como se recuerda, el 12 de mayo el gobierno anunció un giro en su política económica y social, a través de 10 medidas:
1- Reducción de las retribuciones del personal del sector público en un 5% de media en 2010 y congelarlas en 2011. La rebaja será proporcional a los ingresos y afectará a más de tres millones de españoles.
2- Reducción en un 15% del sueldo de los miembros del Gobierno.
3- Se suspende para 2011 la revalorización de las pensiones de más de cinco millones de ciudadanos, excluyendo las no contributivas y las mínimas.
4- Eliminación del régimen transitorio para la jubilación parcial previsto en la ley 40/2007.
5- Eliminación del 'cheque-bebé' de 2.500 euros a partir del 1 de enero de 2011.
6- Adecuación del número de unidades de los envases de medicamentos para ajustarlo a la duración estandarizada de los tratamientos.
7- La ayuda oficial al desarrollo se reducirá entre 2010 y 2011 en 600 millones de euros.
8- Se prevé una reducción de 6.045 millones de euros entre 2010 y 2011 en la inversión pública estatal.
9-Previsión de un ahorro adicional de 1.200 millones de euros por parte de las Comunidades Autónomas y entidades locales.
10- Las solicitudes para dependencia tendrán que resolverse en seis meses y se eliminará la retroactividad.
Luego, el 16 de junio el Consejo de Ministros aprobó la reforma laboral, que reducirá el costo del despido mediante dos fórmulas: la generalización del uso del contrato de fomento del empleo -con 33 días de indemnización por año trabajado en lugar de 45- y el pago de ocho días de esa indemnización en los contratos indefinidos.
La norma, aunque aprobada como decreto ley, se tramitó en el Congreso como proyecto de ley y fue sancionada a inicios de setiembre.

Más reforma, de los mercados

La UGT, socio político del gobernante PSOE y CCOO han dejado claro que la huelga del 29-S no era para destituir al gobierno sino para corregir el giro de este hacia la voracidad de los mercados. Para más de uno, la huelga llega tarde y debió convocarse hace meses cuando se iniciaron los recortes de derechos. El opositor Partido Popular (PP) se ha puesto de costado aunque la patronal se ha jugado contra la huelga debido a que en liza no sólo está la reforma laboral sino la venidera reforma pensionaria, es decir, el aumento de la edad de jubilación. De hecho los medios y comentaristas cercanos a los gremios empresariales han anotado: después de la huelga, más reformas.
No será tan fácil, la europa social está reaccionando y tiene su propia agenda, la
reforma de los mercados.

Más imformación en europapress.
Foto (Yves Herman. Reuters)