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sábado, 2 de julio de 2016

El país de las tres mitades

http://larepublica.pe/impresa/opinion/775597-el-pais-de-las-tres-mitades
La República
La mitadmasuno
10 d junio de 2016
Juan De la Puente
La división electoral del Perú en dos es una realidad. Toda segunda vuelta tiene ese efecto pero la reciente fue especial porque partió al electorado en dos mitades casi exactas y desafiantes. Keiko avanzó poco desde el 40% obtenido en la primera vuelta y PPK lo hizo en una mayor medida, desde el 22% alcanzado el 10 de abril. A ello se debe que la mitad vencedora sea más heterogénea que la que perdió.
Luego de las elecciones, el hecho es que las dos mitades no son enteramente dueñas de los votos alcanzados. La división electoral ha sido transitoria considerando el abismo de representación y puede ser engañosa a la hora de la búsqueda de la gobernabilidad. Visto el proceso en su conjunto, la división electoral ha dado paso a la división política que es la que contará en adelante, es decir, un país dividido en tres mitades (con el perdón de Pitágoras y Euclides): 1) la que ha ganado; 2) la que ha perdido; y 3) la que expresa los intereses de otros ámbitos del Estado, los otros grupos políticos y las expectativas sociales vastas y heterogéneas en juego, expuestas en brechas sociales, territoriales y generacionales, cuya magnitud se empieza a estudiar.
Seria inexacto afirmar que las candidaturas de PPK y Keiko no representaron una parte de esas expectativas, pero sería igualmente equívoco sostener que esa representación fue total y que entre ambos grupos cierran con candado la gobernabilidad. Una visión tan absoluta no consideraría el inédito escenario electoral, la cobertura de ambas formaciones, la escasez de sus militancias, la atípica elaboración de las listas parlamentarias, el clientelismo en la campaña y el decisivo peso de las contracampañas.
Repartirse la gobernabilidad entre las primeras dos mitades obviando a la tercera sería muy riesgoso. La viabilidad de los pesos y contrapesos elegidos no está garantizada en un país que ha perdido músculo institucional y donde todos los grandes conflictos sociales han terminado en capitulaciones del Estado. Un consenso arriba/arriba sin mirar a la sociedad sería una ofrenda a la crisis de representación.
Lo que el país tiene al frente es una nueva transición o la promesa de ella, ya no la que operó el 2001 desde el autoritarismo a la democracia –cancelada bruscamente por Humala– sino desde la precariedad hacia la institucionalidad, aunque la que pueda recobrarse sea mínima. Ese es el sentido de las reformas que entraron por la ventana al proceso electoral, ausentes en los iniciales planes de gobierno.
El modelo de gobernabilidad no podrá prescindir del juego gobierno-oposición y de allí que los llamados a hacer un “gobierno de hermanos” o un “gobierno de primos” integrando al fujimorismo al gabinete tienen pocas probabilidades de éxito.
En este modelo caben en cambio otras figuras del diálogo político sobre el que ya se refirió PPK. La primera es el pacto nacional sobre cuatro o cinco grandes temas de la agenda pública (acaso seguridad, crecimiento, corrupción, desarrollo sostenible y descentralización) planteados de cara al país y discutidos ante él, y que involucre a todo el arco partidario parlamentario, a los otros ámbitos del Estado y a la sociedad civil. Por ejemplo, un acuerdo por la seguridad no puede prescindir del P. Judicial y del Ministerio Público, en tanto que el relanzamiento de la descentralización no puede alcanzarse sin los gobiernos locales y regionales. El espacio ideal para procesar este pacto arriba/arriba/abajo es el Acuerdo Nacional.
El Perú necesita un pacto republicano, un acuerdo que incluya líneas rojas que no deben ser cruzadas y es lo mínimo que se les puede pedir a los grupos que perdieron las elecciones sin que esto signifique que renuncien a su papel opositor al que tienen derecho. Un pacto nacional no le impedirá al nuevo gobierno intentar luego acuerdos específicos con la fuerza mayoritaria en el Congreso o integrar al gobierno a grupos que desean asumir posiciones en el gabinete.

sábado, 4 de junio de 2016

Vuelta de a tres: Keiko, PPK y Verónika

http://larepublica.pe/impresa/opinion/773495-vuelta-de-tres-keiko-ppk-y-veronika
La República
La mitadmasuno
3 de junio de 2016
Juan De la Puente
Esta campaña es también inédita, entre otros hechos porque la candidata que quedó en tercer lugar en la primera vuelta es una figura destacada de la segunda. Verónika Mendoza es una tercera en discordia en una disputa teóricamente reservada a Keiko Fujimori y PPK, un dilema revelado rápidamente como incompleto por el parecido inicial de ambos y porque su posterior diferenciación necesitaba de mayores contenidos y movimientos.
Verónika y la izquierda han ocupado el vacío que dejó la primera vuelta. Los sondeos de opinión luego del 10 de abril indicaban que un alto porcentaje de electores presionaba a Keiko y PPK desde el flanco del cambio. Por ejemplo, en la encuesta de Ipsos del 25 de abril, más del 50% pedía cambios moderados al llamado modelo económico y un 33% cambios radicales, aunque en el desagregado las demandas se matizaban entre la mejora de los servicios de seguridad, educación y salud y cambios más profundos para atajar la corrupción, todas ellas expectativas sobre la regulación pública, solo una de las partes del modelo. La misma encuesta, sin embargo, ya anunciaba la ruta de los nuevos discursos: el 52% decía que PPK era el mejor para fortalecer la democracia y el 49% que Keiko era mejor para combatir la delincuencia.
La izquierda ingresó a la campaña de la segunda vuelta sobre esa plataforma. No pudo evitar la operación audaz del fujimorismo que construyó el dilema abajo/arriba –colocando arriba a PPK y a Keiko abajo– pero le impuso a su irrupción electoral un discurso fuertemente republicano.
Mucho antes de que Verónika y el Frente Amplio anunciasen su voto crítico por PPK, la izquierda y los movimientos sociales a ella cercanos ya habían entrado en campaña. Su aporte, la memoria y el antifujimorismo, han terminado como el principal movilizador de la campaña del candidato; no más el cuy y la levedad de la narrativa electoral y más énfasis en la democracia, transparencia, instituciones y derechos. De algún modo, este impacto explica cierto desfase entre las formas políticas de PPK y sus nuevos contenidos, lo que llamaba a desesperación a sus votantes más duros.
Esta irrupción no es de menor cuantía. Los votantes originales de PPK no eran necesariamente antifujimoristas. Ahora lo son. El voto de la izquierda por PPK ha terminado de transformar esa propuesta política en período electoral y aunque no se sabe si esa identidad presidirá un probable gobierno de PPK no deja de ser curioso que la candidata satanizada por los grupos antisocialistas, entre ellos Peruanos por el Kambio (PPK), le haya transferido a este una parte de su ADN. En adelante no solo se recordará el apoyo de PPK a Keiko el año 2011 sino su militancia antifujimorista.
Respaldar desde la izquierda al liberalismo económico tiene sus costos y riesgos. Si PPK gana, la ecuación oposición/representación será compleja. Desde el poderoso fujimorismo parlamentario le será recordado al Frente Amplio su apoyo a PPK, lo que obligará a la izquierda a ejercer más presión desde la calle y a obtener más victorias parciales.
Pero también tiene sus beneficios. En las casas de Lima en las que el 10 de abril en la noche se descorcharon botellas de champán, se pensará que Verónika no es el monstruo rojo que pintó la contracampaña sino una líder sensata, desprendida y racional. Es más, si gana Keiko le habrá ganado a los dos, a PPK y Verónika, pero de ese dúo solo quedará en la escena la cusqueña. Y si gana PPK, se habrá demostrado la capacidad de endose de Verónika.
¿Por qué otros partidos no han hecho de esta campaña una épica política? ¿Por qué el Apra, PPC y Acción Popular no se colaron en la campaña de la segunda vuelta con su influencia a cuestas para impregnar en ella su discurso, líderes y programa? Más fácil entenderlo en el PPC que arrastra consigo la pesada cruz de malas decisiones anteriores y la desolación orgánica, pero el abstencionismo en el Apra y AP es increíble.

Hey tú, vota y cállate

http://larepublica.pe/impresa/opinion/771129-hey-tu-vota-y-cállate
La República
La mitadmasuno
27 de mayo de 2016
Juan De la Puente
Desde el sectarismo conservador o desde la ignorancia se ha cuestionado el apoyo crítico de organizaciones sociales y de grupos progresistas a Pedro Pablo Kuczynski (PPK), con el argumento de una supuesta inconsecuencia. Se critica el apoyo de la izquierda a una formación de derecha o que este respaldo guarde reservas porque, se dice, es insuficiente y potencialmente desleal.
La verdad es que PPK y Keiko Fujimori desde el 10 de abril son objeto de apoyos críticos, un poco más el primero que la segunda. Es más, no se entiende la 2ª vuelta como mecanismo para la formación del poder si no se acepta que quienes se resistieron a votar por dos de los candidatos en la 1ª vuelta se avengan a hacerlo en la 2ª porque sus alternativas se han estrechado. La confirmación de la vigencia del voto crítico está encerrada en la frase “en la segunda vuelta no se vota a favor sino en contra”.
El voto crítico es una adhesión reticente en la que se equilibran el apoyo y la desconfianza, una forma del llamado “mal menor”, como lo ha recordado A. Álvarez Rodrich en este diario. Es una dinámica que le cuesta entender al pensamiento ultra, un procedimiento que asume la cultura democrática para la formación de mayorías y la superación de la fragmentación. No es inocente, lo que no significa que sea traidora porque al mismo tiempo es una táctica legítima que refleja una apreciación de los desafíos, adversarios y objetivos inmediatos y mediatos. Por eso, el apoyo crítico está emparentado con otras formas de tratamiento de los retos del binomio fuerza/consenso en la lucha por el poder como la oposición constructiva, el consenso a palos, la cohabitación y el compromiso histórico.
La crítica al voto crítico es poco informada. Desconoce que es un hecho común de la política peruana. Luego de dos períodos de mayorías parlamentarias sólidas –democrática en los años 80 y autoritaria en los 90– los últimos 15 años tuvimos mayorías precarias o relativas solo logradas gracias al apoyo crítico. La investidura de 17 gabinetes entre los años 2000-2015 se debe al concurso alternativo y en cada momento de todas las fuerzas del arco político peruano, desde el fujimorismo hasta la izquierda.
Vamos, ningún grupo que ha hecho política en estos 15 años puede afirmar que nunca votó críticamente o con reservas por alguna propuesta, desde gabinetes, leyes, delegaciones de facultades legislativas, hasta tratados de libre comercio, paquetes reactivadores, mesas directivas del Congreso, y un largo etcétera.
El rechazo al voto crítico resume una visión antidemocrática y la exigencia del acuerdo o desacuerdo completo, la cultura blanco/negro sin matices y grises, el si no estás conmigo 100% estás en contra, también 100%. Un llamado al vota y cállate o al vota por mí en silencio, sin preguntas, una suerte de fascismo electoral. La hipocresía proviene de quienes ya no recuerdan que llamaron a votar por Toledo, Alan, Keiko o Humala “tapándose la nariz” en las segundas vueltas de los años 2001, 2006 y 2011.
Los pactos mundiales, regionales y nacionales no se habrían logrado sin acuerdos con reservas o aceptaciones críticas. En nuestro caso, quienes organizamos el Acuerdo Nacional hace 14 años echamos mano de mecanismos como el acuerdo con reserva, el disenso silencioso y la aprobación de lo central pero no de lo accesorio. El resultado fue el consenso político más vasto de las últimas décadas. Dato añadido, el 2011, Keiko Fujimori y Ollanta Humala suscribieron el Acuerdo Nacional; con reservas y espíritu crítico.
En la presente coyuntura, el voto crítico refleja expectativas, certezas, dudas, y el mensaje inequívoco de que los votos que obtienen los candidatos no son enteramente propios. Es un voto de aviso, un llamado al control y un adelanto de la vigilancia. Sobre todo, es un acto de independencia y de no sumisión. Nada más libre que un voto crítico.

miércoles, 1 de junio de 2016

Dos antis en campaña, no asustarse. A cuatro días de las elecciones. Parte electoral N° 1

Por Juan De la Puente
La campaña para la segunda vuelta electoral llega a su fin con grandes transformaciones, demasiadas para las ocho semanas que median entre el 10 de abril y el 5 de junio. Las más importantes son: 1) la confirmación que las opciones de gobierno que ofrecen Keiko y PPK son distintas, diferentes y en varios aspectos divergentes; 2) la persistencia de dos grandes movilizadores electorales, el antifujimorismo y el dilema abajo/arriba; y 3) el estrechamiento de la agenda final que deja casi solas dos ideas fuerza en el escenario, mano dura vs democracia y libertades.
Los que creían que había ganado el modelo y que los dos candidatos eran gemelos políticos y que harían un gobierno de hermanos, se equivocaron. Con suerte habrá un gobierno de primos. En pocas semanas, se dibujaron las opciones de un gobierno tecnocrático desarrollista (PPK) y populista desarrollista (Keiko).
Hay más diferencias: ambos proponen más Estado pero Keiko más Estado abajo y PPK más institucionalidad arriba; Keiko se cierra a los “nuevos” derechos y pacta con una parte de grupos regresivos e ilegales, en tanto PPK cruza sus líneas rojas tradicionales y se lanza a la prédica de la transparencia pública.
El 11 de abril solo se tenía un movilizador electoral potente, el antifujimorismo que llevó a PPK del 22% de votos al 52%. El fujimorismo tentó varios y finalmente encontró su antídoto, el dilema abajo/arriba. A diferencia del 2011 donde Keiko era arriba y Humala abajo, ahora ella es abajo y PPK el de arriba, el de las grandes empresas, el del escritorio que no conoce el Perú. Así, como en 1990 Alberto Fujimori contra MVLL, esta vez el fujimorismo “vargaslloseó” a PPK.
Es el primer hecho que cambió el cariz de las encuestas, aunque quedan para PPK el pueblo del sur -con mucho D y E- donde todavía es mayoría, pero le ha servido a Keiko para atacar los conos de Lima y el centro del país, este último bastión donde ha recuperado puntos.
Como no podía ser de otro modo en una segunda vuelta, son dos antis en campaña. No asustarse.
Antes del debate de Piura, pero con más vigor desde Piura y el debate de Lima, se ha marcado un especial fin de campaña que estrecha la discusión a dos grandes mensajes muy poderosos a pocos días de la votación. El de Keiko es la mano dura contra el delito, los estados de emergencia, las FFAA a la lucha contra la delincuencia y todo el discurso de “no me temblará la mano”. El de PPK es la democracia y las libertades, la transparencia pública, la lucha contra la corrupción y la amenaza del retorno del pasado y la implantación de un narco-Estado.
Vistas las cosas, es el viejo dilema resumido por Jorge Basadre como un déficit de la república, la elección entre orden vs libertad, que en otros país no debería ser una disyuntiva. En este episodio, no son dos alternativas redondas sino con rendijas y grandes huecos, de modo que en algunos temas la mano dura es mano blanda y la defensa de los derechos se relativiza.
Así se llega al 5 de junio, con Keiko liderando las encuestas y con un teflón considerable, aunque habría que medir aún el efecto del caso Chlimper. PPK ha tenido un envión a su candidatura desde el debate del 28 de mayo aunque no se sabe si será suficiente. La verdad es otra y no le atañe a él -no eres tú, soy yo le dirían los peruanos- y se refiere a la pregunta sobre si el antifujimorismo del 2016 será como el año 2011 suficiente para derrotar a Keiko. Eso se sabrá el 5 de junio.

domingo, 22 de mayo de 2016

Dos paradigmas de gobierno, dos discursos, dos imágenes. Análisis del debate presidencial de Piura

Por Juan De la Puente
1.- Difícil señalar un ganador de un debate presidencial en el que los candidatos han evitado las grandes ideas diferenciadoras. Aun así, el debate ha servido para confirmar lo que las últimas semanas han mostrado, es decir, a contrapelo de lo que se decía el 11 de abril, que existen entre ambos diferencias en lo político y en el modelo de gobierno (o de gobernabilidad) por el que pugnan, a pesar de que ambos se ubican a la derecha del tablero.
2.- El debate ha mostrados dos paradigmas; por un lado, Pedro Pablo Kuczynski (PPK) resumiendo la idea de un gobierno técnico-desarrollista, y por el otro Keiko Fujimori proyectando un gobierno popular-desarrollista. En ambos casos se ha dejado notar la ausencia de iniciativas para grandes reformas, ya no del mercado sino de las instituciones, y en cambio se advirtió en ambos una persistente visión continuista de casi en todo, con toques y retoques en búsqueda de la eficiencia.
3.- También se apreció lo que los 40 días de campaña para la segunda vuelta ya habían insinuado: dos discursos cada vez más alejados entre sí: el de PPK tecnocrático moralizador, y el de Keiko populista y en algún momento anti establishment. En este punto colisionaron las dos estrategias y leit motiv de la campaña: el antifujimorismo de PPK y lo que ello implica ahora (el recuerdo de Alberto Fujimori, Montesinos, Joaquín Ramírez, la corrupción y el riesgo de un narco estado); y el anti elitismo de Kieko quiense afirmó como la candidata de abajo, que conoce el Perú y que está más cerca de la gente. La bandera de lo popular en sus manos es una victoria de su campaña sea cual fuese el resultado.
4.- A falta de grandes ideas, se han terminado de imponer compactamente las dos imágenes que han dado la vuelta en mítines y presentaciones públicas de ambos candidatos. Keiko con una mayor voluntad política, audaz, a la ofensiva y con un poco menos de ideas; y PPK a la defensiva, con un ritmo menos dinámico en la exposición de sus mensajes aunque con más contenidos. La síntesis de esta diferencia es la de Keiko con un mayor dinamismo que PPK para el debate cuerpo a cuerpo, más agresiva y en momentos incluso irritada.
5.- No me llevo del debate ninguna frase memorable o giro dramático que modifique la campaña, como lo fue la hoja de ruta que firmó Keiko el debate del 3 de abril. Ambos fueron muy conservadores en ideas y no se salieron del libreto de su plan de gobierno. Ninguna frase para el recuerdo.
6.- Keiko arriesgó más políticamente y por eso le fue bien en el primer bloque (visión de país), en el último de la despedida y en el quinto bloque (infraestructura) donde a pesar de que PPK mostró más solvencia, fue encajonado por Keiko en los asuntos de los contratos del gas y otros. En cambio, en los bloques donde Keiko abusó de las puyas y críticas y descuidó las ofertas, le fue mejor a PPK, como en el segundo bloque (descentralización), en el tercero (competitividad) y en el cuarto (conflictividad). La idea de permanente confrontación no le ayudó mucho a la candidata de Fuerza Popular ante un PPK que eligió un talante más contemporizador, salvo en el caso en que mostró que Joaquín Ramírez seguía siendo Secretario General de Fuerza Popular. Keiko pudo rebajar ese temperamento agresivo, considerando los 5 puntos de ventaja que le lleva a PPK según la encuesta de Ipsos divulgada poco antes del debate. Además, salvo en la mención del viaje de PPK por 8 días a EEUU, en el resto de puyazos no le fue bien o empató con PPK.
7.- Así, el debate sirvió para diferenciar paradigmas, discursos e imágenes, proyectando un continuo de PPK defensivo, técnico, menos dinámico y con más contenidos, vs un continuo de Keiko más decidida, política, populista, con menos ideas.

lunes, 9 de mayo de 2016

Keiko toma Lima por asalto. Análisis de la encuesta de Ipsos del 8.5.2016

Por Juan De la Puente
La reciente encuesta de Ipsos modifica las urgencias de la campaña electoral. PPK con 39%, una caída de 4 puntos respecto de la medición anterior, pasa a ser un candidato acosado por mejores resultados. Keiko, que obtiene 42%, tres más que en la medición anterior como efecto de una campaña más dinámica y política, tendrá más comodidad para sumar votos. La encuesta vuelve a poner sobre la mesa el reclamo a Acción Popular, Frente Amplio y Democracia Directa sobre un apoyo explícito a PPK, en tanto se evidencia que las polémicas alianzas sociales de Keiko son hasta ahora eficaces.
1.- Keiko ha asaltado Lima, en las narices de PPK y en solo dos semanas: ha volteado allí el partido. Ha subido en la capital 7 puntos en intención de voto (de 40% a 47%) en tanto PPK ha caído allí mismo 6 puntos (de 46% a 40%).
Ninguna encuesta explica con absoluta veracidad el porqué de subidas y bajadas; no obstante, deja pistas. El anterior sondeo de Ipsos (24/25 de abril) ya relativizaba la idea de que todo estaba dicho en Lima, y añadía que la elección se definiría en el centro y sur del país, y en el Perú rural. Ese sondeo mostró un pequeño sismo en los sectores A y B en los que PPK bajaba pero que compensaba con un aumento en el centro, mientras que Keiko ratificaba su mayoría el norte.
Los datos de esa encuesta indicaban que en el sur ambos “desacumulaban” y que por lo menos 4 millones de votos estaban a la espera de definiciones, de los cuales 1 millón se localizaba en Lima y otro millón en el sur del país, y que otros territorios de batalla eran los  sectores D y E. Esa disputa reclamaba definiciones más precisas de los líderes políticos, sectores sociales, empresariales y medios. Los votos habían llegado solos hasta ahí y los que aún no se definían necesitarían de orientación más expresa.
2.- A tenor de los nuevos resultados, en Lima se han producido tales orientaciones expresas. Keiko ha atacado los conos con recurrentes actos electorales y ha tejido acuerdos sociales, que siendo polémicos y hasta regresivos (el 24x24 para la familia policial, el seguro para los mototaxistas y la adhesión al credo ultra-evangélico) han dado frutos.
La candidata de Fuerza Popular se ha frenado en los sectores D y E pero ha subido 15 puntos las clases medias (en B de 26% a 35% y en C de 34% a 40%). También ha mejorado entre los jóvenes, donde ha subido 5 puntos (de 34% a 39%). Por su parte, PPK subió en el sector A (de 64% a 69%) pero cayó 11 puntos en las clases medias (en B de 61% a 55% y en C de 48% a 43%), y ligeramente en D y E, y en los jóvenes (de 49%  a 45%).
3.- Se trata de subidas uniformes de Keiko vs bajadas igualmente uniformes de PPK. En este punto es importante dilucidar los motivos. Es cierto que la movilización partidaria es crucial en la campaña y que Keiko tiene una mejor estructura que PPK; sin embargo, gran parte de su escalada en Lima no parece deberse a un gran aparato partidario que algunos analistas dicen haber avistado sino a que el fujimorismo está haciendo más política en las alturas y hablándole al país, sumando votos y tejiendo alianzas. A ello se ha agrega cierta desmovilización del antifujimorismo que tiene como consecuencia la ligera reducción de su antivoto.
4.- Fuerza Popular no necesitó moverse mucho en el sur para que Keiko suba allí 6 puntos claves (de 25% a 31%) mientras PPK cae ahí mismo otros 4 (de 43% a 39%). Es evidente que una parte de sus nuevas adhesiones tienen que ver con el pacto con los mineros ilegales e igualmente con la familia policial y mototaxistas.
En el norte y el centro parece estar decidida la batalla en términos generales -con la salvedad de sus territorios rurales- con predominio del fujimorismo en el norte (PPK ha caído ahí 3 puntos, de 38%  35%) y de PPK en el centro (Keiko ha caído ahí 8 puntos, de 40% a 32%).
5.- La disputa en el sur es dura; entre PPK y Keiko suman 70% (PPK 39% y Keiko 31%) y tienen ante sí un bolsón de otros 30% entre los que no responden, blancos y viciados. En la misma dirección una tendencia que debe ser advertida: mientras Keiko cae solo 2 puntos en el Perú rural (de 42% a 40%), PPK cae 5 puntos (de 40% a 35%).
6.- Los resúmenes sectoriales y territoriales dicen mucho del ritmo de la campaña pero sobre todo de las certezas y miedos de los electores. Keiko trepa en Lima, sube en el sur, en los sectores B y C y entre los jóvenes; pero cae en el centro, se mantiene bajo en el sector A y se frena en D y E. Por su parte, PPK baja en Lima, en el Perú rural, en el norte y sur y en los sectores B, C, D y E, y entre los jóvenes; pero sube en A.
Estos movimientos muestran como hace dos semanas que el conjunto Lima/sur/D-E será decisivo para el resultado final, con Keiko ahora con mejores posibilidades de acumular si se mantiene entre 15 y 20 puntos el porcentaje de los blancos, viciados y no precisa (que ahora es 19%). Solo hay dos maneras de reducir ese porcentaje: 1) más pactos sociales del fujimorismo;  o 2) apoyos políticos partidarios explícitos a PPK y la reactivación del antifujimorismo militante que reduzca a su favor los blancos y viciados.
6.- Las cifras del Ipsos son interesantes respecto de esas posibilidades con una ventaja ligera de Keiko. Entre los que votarán por ella y los que podrían votar por ella suman 49% mientras que las mismas respuestas sobre PPK suman 46%. Estos datos son concurrentes con otros: el 39% cree que en general Keiko es autoritaria y el 45% que cree que en general es demócrata; contra el 28% que cree que PPK es autoritario y el 56% que cree que es demócrata. Ni muy muy ni tan tan, ni PPK aparece muy demócrata ni Keiko muy autoritaria.

Puede encontrar más información de esta nota en: https://juandelapuente.com/keiko-toma-lima-por-asalto-analisis-de/

viernes, 6 de mayo de 2016

No nos contemos cuentos

http://larepublica.pe/impresa/opinion/763748-no-nos-contemos-cuentos
La República
La mitadmasuno
29 de abril de 2016
Juan De la Puente
La afirmación de que entre Fuerza Popular (FP) y Peruanos por el Kambio (PPK) existen grandes similitudes, más en economía y mucho menos en política, deviene en una frase hecha de la campaña para la segunda vuelta. Al ser tomada como absoluta sirve para casi todo, para proponer el voto en blanco o viciado o para creer que hay poco en discusión, que como el modelo se ha salvado da lo mismo Juana que Chana.
Es una afirmación generalista, facilona, ociosa e inútil, una idea cuya certeza fue breve, no más de una semana, y por ello sorprende que su eco sea tan largo y que siga envolviendo a un país cómodamente instalado en la falta de profundidad del debate electoral.
Escojamos dos o tres temas de la agenda pública para apreciar diferencias cruciales. En economía, PPK propone rebajar el IGV a 15% en tres años, a lo que se opone FP que, en cambio, plantea eliminar la rebaja escalonada del Impuesto a la Renta que debe llegar a 26% el año 2019. No es cualquier diferencia, es el financiamiento del desarrollo y de esto depende el ritmo de la inversión pública y privada, el relanzamiento de la descentralización y la creación de empleo.
En seguridad ciudadana, FP propone como eje el retorno al sistema de servicio policial 24x24, abrir la puerta a la pena de muerte y una suerte de militarización de la lucha contra el crimen; PPK está en contra de esos tres planteamientos y su enfoque es distinto: todo debe empezar con la refundación de la Policía. Tampoco son diferencias menores; de ellas depende el emplazamiento de actores y de planes, y los liderazgos institucionales.
Sobre la lucha contra la corrupción no hay contradicción pero acentos distintos: FP propone contralorías regionales autónomas y gobierno abierto y PPK una autoridad autónoma para el acceso a la información pública y la muerte civil de los corruptos. Allí también se aprecia la diferencia entre un enfoque de política y otro de reforma institucional.
Pero hay otra variable en juego, y es el silencio. Un grupo importante de temas de la agenda pública no ha merecido detalles de ambos grupos en campaña. Los dos más sonados son la falta de respuesta a la propuesta de Proética de celebrar un Pacto contra la Corrupción, y la nebulosa en que ha devenido la reforma política, de la que todos hablan pero guardan silencio sobre precisiones, plazos y prioridades.
Podríamos convivir hasta el 5 de junio y hasta el 28 de julio inclusive, con la fácil idea de las grandes coincidencias. No obstante, en los primeros meses del próximo gobierno nos despertará la dura realidad de una mayoría política que cobija diferencias de fondo y que tiene al frente una oposición de izquierda con propuestas distintas al bloque de partidos que ahora disputa la segunda vuelta.
No nos contemos cuentos. Ningún país se gobierna con consensos tácitos y debe superarse la idea que lo que está en juego solo es la dinámica del gobierno. No; está en juego el modelo de gobernabilidad, las reformas que dominan una agenda cargada y la relación de esos cambios con una sociedad civil activa que no bajará los brazos sea cual fuese el resultado del 5 de junio.
Más allá de las operaciones de marketing electoral los partidos que van a la segunda vuelta –que en votos emitidos suman el 49.91% del electorado– no se han abierto al 50.09% de electores que votaron por otros partidos o votaron en blanco o viciado, que todos suman más de 9 millones, y a los 4 millones que no votaron.
Impedir que el país retroceda de sus estándares políticos es un tema de fondo en la campaña, y en esa dirección el voto de contenido democrático es la base de cualquier cambio. El segundo asunto de fondo es la recuperación de la capacidad de pacto que el país ha perdido –los pactos arriba y los de abajo– y que probablemente conduzca a que el resultado del 5 de junio sea frío y un tanto pesimista. Si a la democracia le falta alegría y optimismo, es obvio que hay mucho más por cambiar.

Discurso eufórico y buen gobierno

http://larepublica.pe/impresa/opinion/761912-discurso-euforico-y-buen-gobierno
La República
La mitadmasuno
22 de abril 2016
Juan De la Puente
La euforia por el pase a la segunda vuelta de los dos candidatos que garantizan la vigencia del llamado modelo cede el paso a un problema que encara la nueva mayoría política del país, que consiste en dibujar los ejes de un gobierno que actúe con certidumbre y eficacia, y que concrete la promesa implícita en el giro a la derecha del 10 de abril.
De pronto se descubren realidades que la euforia no permitió apreciar: 1) que los cambios que dominan la agenda pública reclaman más que una mayoría parlamentaria; 2) que no todo saldrá “como por un tubo” considerando la composición de las bancadas y el desarraigo partidario de la mayoría de sus nuevos miembros; 3) que quien gane no podrá hacer un gobierno muy alineado con su programa sino acometiendo concesiones, a sus electores, a la calle y al tercio que votó por la izquierda y el centro; y 4) que el populismo conquista votos y al mismo tiempo es un gen en el ADN nacional, en electores y elegidos, que lejos de ceder se ha fortalecido.
Estas certezas condicionan el discurso de los candidatos en la segunda vuelta. De pronto, los ganadores exteriorizan por lo menos tres nuevas sensaciones: 1) que los perdedores no han perdido tanto como se pensaba; 2) que ambos, Fuerza Popular y Peruanos por el Kambio, no son mellizos o gemelos como creía la parte más bulliciosa de la platea; y 3) que el gobierno que se iniciará el 28 de julio no será de hermanos. Podría ser de primos, pero eso depende del liderazgo de quien salga elegido.
Desde las nuevas certezas asoman dos ofertas de gobernabilidad. El modelo con Keiko Presidenta augura más estabilidad en las instituciones pero más inestabilidad social; en tanto, el modelo de PPK Presidente promete más inestabilidad arriba que abajo.
Las claves de estos modelos son esencialmente el Frente Amplio y Verónika Mendoza. La izquierda ganó en 7 regiones, quedó en segundo lugar en otras 10, y ganó en 68 provincias y en más de 600 distritos. Un cogobierno derecha/izquierda es improbable y en cambio es más probable una izquierda fuertemente opositora, con el hígado y un pie en el Congreso, y con el otro pie y el corazón en la calle, junto a los movimientos sociales.
Un triunfo de Keiko la impulsará a golpes audaces para reducir los efectos de su elección en el país antifujimorista y en la comunidad internacional, en un nivel que podría alejarla más de PPK y de otras fuerzas parlamentarias. El efecto de estos movimientos en la sociedad es imposible de precisar ahora. No olvidemos que los números parlamentarios y la calle no siempre se llevan bien: 15 mil jóvenes en tres marchas en Lima derribaron la Ley Pulpín, pésimamente gestionada por los sabios del MEF, aprobada por una amplia mayoría multipartidaria.
Un triunfo de PPK encajonaría a Keiko que tiene tres opciones en la perspectiva del 2021: 1) convertir al gobierno PPK en un protectorado del Congreso, filtrando el oxígeno al Ejecutivo; 2) Realizar una dura oposición con marcados tonos populistas; y 3) atreverse a un cogobierno, aunque sea a palos.
El 10 de abril nos han entregado certezas macro y entre ellas no solo el triunfo de la derecha sino el surgimiento de una plataforma política nueva para la oposición. El jaque mate electoral de la primera vuelta y lo que resulte de la segunda indicarán que el juego de 15 años ha terminado y que deben ponerse las fichas nuevamente en el tablero.
No se encuentra en discusión el cambio de régimen político por la nueva mayoría del 10 de abril sino los alcances y límites de un nuevo gobierno. Este es el momento más feliz de la antipolítica pero pasada la euforia ella está en la obligación de entregarle al país una nueva gobernabilidad reformista que no polarice una sociedad con agendas cruzadas y que responda a un humor impaciente del que ya fueron víctimas los tres gobiernos precedentes. Es paradójico, la antipolítica está condenada a hacer política.

lunes, 2 de mayo de 2016

Dos grandes leitmotivs en campaña. Análisis de la encuesta GFK 1.5.2016

Por Juan De la Puente
La reciente encuesta de GFK (1.5.2016) ratifica el escenario que la encuesta de Ipsos planteara hace una semana, con dos modificaciones: la brecha de votos entre PPK y Keiko se cierra y lo que se tiene es un empate técnico, y el hallazgo del leitmotiv electoral por el fujimorismo contra PPK.
1.- Este empate deja sin embargo fenómenos reiterados en el aire, como que en el norte se ha resuelto la campaña en favor de Keiko que le lleva más de 20 puntos de ventaja a PPK (46% a 33%); y que PPK ha volteado el partido en el centro (47% contra 39%). El oriente se muestra en favor de Keiko (45% vs 39%) y el sur en favor de PPK (47% vs 32%) pero todavía con altos números de votos en blanco y nulos. No olvidar que en el oriente se tiene 15.2% entre blancos/viciados y en el sur 20.5%.
Sobre territorios, dos datos más: también se batalla en Lima aunque la ventaja de PPK tiene la comodidad de 6 puntos de diferencia (48% a 41.8%). La encarnizada lucha en el Perú rural parece haberla ganado Keiko que le lleva 15 puntos de ventaja a PPK (49% a 35%).
3.- En sectores también hay números fijos; en A/B, PPK le lleva 38 puntos a Keiko (64% a 26%) pero ella tiene una mayor intención de voto en D/E; son 15 puntos de diferencia (49% a 36%) que en el conteo final equilibrará la hegemonía de PPK entre los sectores más acomodados, porque el electorado A/B es menos de la mitad en votos que D/E.  Las clases medias tradicionales, el sector C, está con PPK pero allí no hay un vuelvo en favor de este (46% a 40%).
4.- Se tiene 13.6% de electores blancos/viciados, aunque esta actitud es mayor en C, D/E, en el sur, el oriente y en el Perú rural.  Hay 25% de indecisos fuera de Lima, es decir, los que no han decidido su voto o los que han decidido pero pueden cambiarlo. Se debe considerar que el 44% de los que votarán blanco/viciados consideran que PPK y Keiko son iguales.
Algunas conclusiones
a) Reitero que la matriz de transferencia de votos de la primera vuelta está agotada y que lo que está en disputa, unos cuatro millones de votos, reclaman acuerdos, pactos y adhesiones explícitas. Keiko ha hecho dos, el 24x24 con la familia policial y otra con la familia minera informal/ilegal. Eso significa por lo menos un 1% del padrón electoral.
b) Se forman los círculos de exclusión propios de una segunda vuelta donde se vota en contra más que a favor. PPK cierra con Lima, el centro y en el sur (falta ver como se mueve el bolsón blanco/viciado), y en A/B; y Keiko cierra con el norte, oriente, D/E y el Perú rural. ¿Qué queda en disputa más abierta? las clases medias, Lima en parte, las grandes ciudades y la parte rural del sur que parece no haberse volcado por ninguno de los dos.
c) La batalla electoral se realiza desde hace algunos días con dos leit motiv: el antifujimorismo que realiza la mitad del trabajo de PPK y la brecha abajo/arriba que parecer haber encontrado Keiko contra su adversario luego varios palos de ciego. El 47% cree que Keiko es la candidata de los que menos tienen y el 64% cree que PPK es el candidato de los empresarios.
d) El enemigo de Keiko, ya sabemos, es el pasado y su numerosa bancada, y el enemigo de PPK es su falta de alianzas y gestos, la falta de pronunciamientos de la izquierda, el Apra y Acción popular, y la audacia populista del que hace gala la candidata de Fuerza Popular, y que ha llevado su antivoto a la baja (40%). Con cifras en la mano, la única alternativa de ambos es también diferenciarse en lo económico.

domingo, 24 de abril de 2016

Los votos ya no caminan solos. Análisis de la encuesta de Ipsos 24.4.2016

La encuesta sobre la segunda vuelta que publica hoy Ipsos no ofrece cambios en las cifras agregadas respecto de la medición anterior del 19 de abril. PPK y Keiko obtuvieron entonces 44% y 40%, respectivamente, y en la de hoy (24 de abril) 43% y 39% respectivamente.
1.- La transferencia. Ya se ha escrito bastante sobre la evolución de ambos respecto del 10 de abril donde, en votos emitidos, PPK obtuvo 17.2% y Keiko 32.7%. De ese modo, se confirma una alta tasa de transferencia de votantes de la primera vuelta hacia PPK de más de 26 puntos porcentuales, más que la transferencia en favor de Keiko que suma menos de 8 puntos.
Esta transferencia resolvió una gran parte la discusión que opera en la izquierda, Acción Popular y el Apra. Los votos empezaron a caminar solos sin necesidad de pactos o decisiones partidarias, sobre todo en Lima y en las regiones, a excepción del sur. Esto no solo de debe a la escasa capacidad de endose de partidos y líderes sino a una racionalidad social más elaborada que lo que suponían los especialistas y que orientó los votos en la primera vuelta.
En ella, el peso del antifujimorismo fue relativo; ahora, el principal factor de movilización del electorado es el antifujimorismo pero no habría que descartar otros potencialmente efectivos como, “PPK viejo”, “PPK blanco/pituco/lobista” (la estrategia de vargasllosearlo como en 1990), “PPK débil para tomar decisiones”, entre otros. El fujimorismo está tentando un leit motiv de la campaña y parece que aún no lo encuentra.
2.- Los cambios. La encuesta del 19 de abril permitía sugerir que casi todo estaba dicho en Lima y en el norte, y que la elección se definiría en el centro y sur del país, y en el Perú rural. La encuesta de hoy introduce otras variables a considerar.
Parece que se registra un pequeño sismo en el sector A, el territorio de PPK. Allí, este pierde 4 puntos (baja de 67% a 64%)  y también en el sector B  baja otros 3, de 64% a 61%) que podría asimilarse con el margen de error. Por su parte, Keiko baja 5 puntos en C (de 39% a 34%). Así, en A ya se tienen 12 puntos entre blancos, viciados y no precisa, 13 en B, y 18 en C, 19 en D y 20 en E.
3.- Desacumulación. Sectorialmente PPK no ha ganado en ningún grupo pero le ha ido mejor en los desagregados regionales. Ha subido 6 puntos en el centro (de 42 a 48%) donde Keiko ha caído otros 4 (de 44 a 40%) y tal parece que la disputa en esa zona del país la está ganando PPK.
En el sur opera una dinámica extraña. Ambos candidatos desacumulan; PPK cae 4 puntos (de 47% a 43%) y Keiko 3 (de 28% a 25%). Allí se tiene ahora un bolsón cuantioso de blancos, viciados y no precisa, de 32 puntos porcentuales. Ello indica de paso varios probables fenómenos alternativos: el sur es no solo es antifujimorista como se pensaba sino que, al mismo tiempo, su desconfianza frente a los dos candidatos es sustantiva a pesar de que PPK ha escalado allí desde el 10 de abril más de 30 puntos porcentuales.
Habría que recordar que en las elecciones regionales y municipales del año 2014, en el cercado del Cusco los votos en blanco y viciados alcanzaron 31% y ocuparon el segundo lugar, al igual que en la provincia del Cusco. En Arequipa los votos B/V en la segunda vuelta alcanzaron el 28%, y en 19 distritos de esa región los votos B/V ocuparon el 2% lugar y en otros 8 el primero.
4.- Votos en disputa. Los datos de Ipsos permiten presumir que por lo menos 4 millones de votos están a la espera de definiciones, de los cuales 1 millón se localiza en Lima y otro millón en el sur del país, y que otros territorios de batalla son los  sectores D y E. Esta disputa sí parece reclamar definiciones más precisar de los líderes políticos, sectores sociales, empresariales y medios. Los votos han llegado solos hasta ahí; los que aún no se definen necesitarán de orientación un tanto más expresa. Según Ipsos, eso le pide el 28% a PPK y el 18% a Keiko.

sábado, 2 de abril de 2016

Análisis de la encuesta de GFK. Se combate pueblo por pueblo

Por Juan De la Puente
La encuesta de GFK publicada el 01 de abril es densa: 1) indaga por intención de voto presidencial y parlamentaria; 2) realiza un simulacro para la elección presidencial y parlamentaria; 3) indaga por el voto seguro y por el antivoto; y 4) estudia el perfil de los votantes. Tanta información puede llevar a confusión, de modo que no me referiré a los simulacros y analizare principalmente la intención de voto, acudiendo muy puntualmente al perfil y al antivoto.

TENDENCIAS.
1.- La encuesta confirma que la campaña electoral se ha transformado en una disyuntiva de modelos políticos. La polarización que siguió a la exclusión de los candidatos Guzmán y Acuña, ahora es común a todos los sectores y territorios, y ya no solo a los sectores A/B y Lima.
2.-  Esta polarización, expresada sobre todo en el antifujimorismo vs antiizquierdismo ya no bloquea a sus partes como exhibían otros sondeos (Ipsos 27 de marzo). Hace efectos en todos los sentidos, reduce la intención de voto o la sube, baja el nivel de votos blancos y viciados, y ha empezado a concentrar compromisos políticos.
3.-  Conforme se acerca el 10 de abril, Keiko Fujimori y Verónika Mendoza suman votos aunque de modo diferenciado. La anterior medición de GFK fue publicada el 20 de marzo. En 12 días, la intención de voto muestra tendencias firmes. Keiko (35%) sube 1.2% y Verónika (14%) sube 6.5%, en tanto que PPK (16.1%) se mantiene, Barnechea (9.7%) baja 2,1%, Alan estable (5.5%) y Santos apareciendo (2.7%).
MOVIMIENTOS
4.- Verónika Mendoza. Las de ella, todas son ganancias. En 12 días sube más de 8 puntos en el interior, 8 en el norte, 12 en el centro, 11 en el sur, 13 en el Perú rural, más de 10 puntos en el sector D/E, casi 14 puntos entre los jóvenes y más de 8 puntos entre las mujeres. Su más débil crecimiento es en Lima, solo 2 puntos.
5.- Keiko Fujimori. Ella crece menos pero lo hace en zonas estratégicas. Aumenta 6 puntos en Lima, más de 7 puntos en A/B, 4 en C, más de 6 entre las personas de 40 años-a más y otros 5 en el centro del país (40.5%).
Pero también tiene caídas, 5 puntos en D/E y otros 5 entre los jóvenes. Cae 4 puntos en el norte aunque sigue allí con 40%, 2 el sur, su territorio más bajo (21.5%) y 2 en el oriente (37.2%). Keiko ha caído 5 puntos en el Perú rural (36%).
6.- Pedro Pablo Kuczynski. PPK está en apuros. Sube poco en A/B y C, 2 puntos en promedio, pero baja en D/E otros 2; cae 4 puntos entre los jóvenes, resiste en Lima (baja un punto) pero cede espacio en el centro del país, 5 puntos (11.1%), no se sabe si en favor de Keiko o de Verónika. Resiste también en el sur (13.5%) y escala casi 8 puntos en el oriente (20.6%), aunque la brecha entre su voto urbano y rural se amplía. Allí ha caído a 4.8%.
7.- Alfredo Barnechea. Su situación es más clara, cae en plazas fuertes; en Lima 4 puntos (9.2%), en A/B más de 9 puntos (13.7%) se ha hundido en el centro donde pierde casi 7 puntos (3.6%) y otros 4 en el sur (11.7%). Los únicos territorios donde sube es en el oriente, más de 6 puntos (13.6%) y el Perú rural más de 6 (10.1%).
PERSPECTIVAS
8.- Los realineamientos son evidentes. A/B, que repartía sus preferencias en tres candidatos (KF, PPK y AB), empieza a cerrar filas con Keiko y PPK. Sucede algo parecido en C aunque allí todavía se tienen 13% de votos viciados. No pasa lo mismo en D/E que se convierte en zona de disputa y donde Verónika irrumpe con 17%, le lleva varios puntos de ventaja a PPK y donde Keiko cae 5 puntos.
9.- También hay realineamientos claros en zonas geográficas. En Lima donde Keiko estaba estancada y subían PPK, Barnechea y un poco menos Verónika, las cosas han cambiado: Keiko trepa 6 puntos, caen PPK y Barnechea y sube Verónika.
10.- Fuera de Lima se combate pueblo por pueblo. Los territorios se mueven en distinta intensidad y salvo el centro donde trepa 5 puntos, Keiko cae en todos. No es una caída libre aunque la arremetida de Verónika en el sur ya la superó. La ventaja de Keiko sobre los otros candidatos en el norte, centro y oriente es cómoda y allí aún no se podría hablar de una polarización extrema. Lo que se advierte son crecimientos significativos en pocos días –lo que se ha dado en llamar olas-, fuertes en el Perú rural y el sur en favor de Verónika y en el centro en  favor de Keiko.
11.- Todo indica que las plazas que tienden a polarizarse entre las dos candidatas son las siguientes; 1) el centro; 2) el norte; 3) los sectores D/E; y 4) los jóvenes. En los perfiles del elector sobre los que indaga GFK, ambas tienen más de 2/3 de sus votantes en D/E y en los jóvenes, aunque el electorado de Verónika es más regional que capitalino. Aun así no olvidar que Keiko lleva 20 puntos de ventaja y el que desea pasar con cierta fuerza a la 2a vuelta debe crecer por lo menos 5 puntos más.
12.- Verónika está en alza y viene con fuerza desde las regiones y jóvenes. No obstante, no habría que dar por perdida la posición de PPK en la campaña aunque queda claro que la extrema contracampaña que se desata contra Verónika, incluido portadas y subidas del dólar, que se hacen para impedir que la candidata de la izquierda pase a la 2ª vuelta, hacen invisible a PPK y tributan en favor de Keiko.
13.- El potencial enemigo de PPK es la concentración del voto, porque no está actuando como un audaz centrista en la polarización antifujimorismo vs antiizquierdismo, porque no quiere o porque no puede. Él y sus aliados políticos y mediáticos solo pelean contra la izquierda pero la cabeza de la movilización contra el Frente Amplio no es él; él es parte del cuerpo. Aun así, puede recuperar fuerzas en los sectores A/B y C, puede ganar el debate del domingo, y puede capitalizar votos de Barnechea y de la misma Keiko y Verónika si cometen errores garrafales. Tiene una tendencia menor a la que registra la candidata del Frente Amplio pero también tienen antivoto parecido al de aquella. Finalmente, no sabemos cómo terminarán las dos grandes movilizaciones de estos días, contra el fujimorismo y la izquierda porque parece que los candidatos se benefician o se perjudican de los antis pero no los manejan. Las contracampañas ya tienen vida propia y una de ellas, la del 5 de abril, si se desborda, puede perjudicar a Verónika, porque la otra, ya la favoreció.
 

jueves, 24 de marzo de 2016

La resolución del JEE sobre el caso Keiko Fujimori

Por Juan De la Puente
1.- El Jurado Especial Electoral de Lima Centro 1 (JEE) ha expedido la Resolución N° 011-2016-JEE-LC1/JNE sobre la candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori sobre la presunta vulneración del artículo 42° de la Ley de Organizaciones Políticas, Ley N.° 28094, reformada por la Ley N.° 30414.
2.-  Al respecto, previamente reitero mi oposición al retiro de candidatos por razones que no sean de requisitos, conforme los fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por lo menos en dos oportunidades, primero en el Caso Castañeda Gutman vs. México (2008) y luego en el Caso Leopoldo López vs. Venezuela (2011). Creo que la jurisprudencia de estos fallos debería haberse aplicado a los casos de César Acuña y Julio Guzmán y a otros en proceso, el de Keiko Fujimori, PPK y el denunciado recientemente sobre el APRA, en una perspectiva protectora de derechos.
3.- De igual modo, reitero mi opinión que el artículo 42° es un mamarracho jurídico, un artículo de última hora dentro de una ley de contrarreforma electoral, y de última hora, expedida como un engaña muchachos para que los ciudadanos no se den cuenta de que el Parlamento estaba dejando de legislar sobre el financiamiento privado. Creo que debe prohibirse la dádivas pero dentro de un sistema de controles del financiamiento oscuro. Es como que –salvando las distancias- se quiera combatir la micro comercialización de drogas sin tocar el gran tráfico de drogas.
4.- La resolución del JEE es deficiente y muy mal redactada. Se aprecia que carece de razones declarativas y especialmente de razones suficientes, es decir, de las consideraciones determinantes e indispensables, lo que en la técnica procesal se conoce como ratio decidendi. En la parte de apertura del procedimiento solo consigna el punto de vista de la defensa y no de la parte acusadora. Además, tiene errores notables de construcción.
Los presupuestos de la resolución
5.- El JEE se basa en el pronunciamiento de la Dirección de Fiscalización del JNE que señala que existe diferencias entre un acto proselitista durante una campaña electoral y un evento público de carácter masivo en el cual se difunde propaganda electoral, es decir, un acto electoral. (Punto 19) (los subrayados son míos).
6.- El JEE consigna los descargos de la defensa, es decir, de Fuerza Popular, en el sentido que dicho partido no participó en la organización de actividad, es decir, que la candidata solo participó en calidad de invitada, en la medida que se trataba de una actividad cultural destinada a premiar y reconocer el esfuerzo y talento de los jóvenes dedicados a la danza urbana, que promueve el arte, la  cultura, el deporte y por tanto no se trata de un evento proselitista. Punto 21. Como se sabe, para FP, Factor K no forma parte de su estructura partidaria. Punto 21.
7.- En la parte de los considerandos, el JEE, para referirse a las conductas reguladas por el Art. 42 usa indistintamente los términos propaganda electoral (Punto 6) y propaganda política (Punto 7). Sin embargo luego señala que el elemento constitutivo para la configuración de la causal de exclusión es que la entrega, promesa u ofrecimiento de una dádiva sea realizado en un acto proselitista (Punto 8). (Los subrayados son míos). 
 
Las razones
8.- El JEE fuerza su razonamiento y el del JNE cuando sorpresivamente introduce una distinción inédita y capciosa entre proselitismo político y propaganda electoral. Esa es la ventana por la que pasa el rechazo a la exclusión de Keiko. Citando a dos autores no muy reconocidos de la doctrina en materia electoral señala: “Se entiende de ello que en el desarrollo de una campaña electoral, existe una clara distinción entre los conceptos de proselitismo político y propaganda electoral”. Punto 9. Es obvio que para nuestro JEE existen ya tres categorías: proselitismo político, evento público electoral masivo (acto electoral) y propaganda electoral. Punto 9 (los subrayados son míos).
9.- El JEE no ha revisado las evidencias de quienes presentaron los pedidos de exclusión. En una omisión gigantesca, NO las analiza, no las valora, ni esa pruebas ni los argumentos expresados en la audiencia. Ni siquiera para rechazarlos. En cambio asume sin siquiera encuadrarlos en su discurso procesal los argumentos de la defensa: a) Keiko no realizó en forma directa ni indirecta la entrega de dinero o dádiva; b)  Ella asistió en calidad de invitada a participar en la  premiación de la final de un concurso de baile; c) la persona que entregó el premio es una persona distinta; d) lo que se entregó no son dádivas u obsequios con el objeto de influenciar en el electorado, sino premios; e) que siendo un acto cultural no puede ser un acto proselitista; y f) que la entrega de un premio no configura la entrega de los beneficios de naturaleza económica. Puntos 13 y 16.
10.- El JEE innova la teoría del tercero responsable. Dice que se exige que: a) Se acredite que el dinero que se pretende entregar provenga del patrimonio del candidato (¡la campaña se hacen con fondos partidarios!; y b) Que sea entregado a un tercero quien actuará como intermediario. El JEE se olvida un principio doctrinario básico, que el tercero actúe por mandato del candidato o que esté de acuerdo con él, y que se beneficie del hecho.

Conclusiones
11.- El JEE ha vulnerado los marcos del JNE para los casos de dádivas. El JNE ha establecido parámetros para aplicar el art 42°. Lo hizo en la Resolución N° 196-2016-JNE que declara infunda la apelación de César Acuña ante la exclusión por el JEE. Estos son parámetros son de dos alcances, los generales y los específicos. Los parámetros generales, es decir, lo que se aprecian como un marco doctrinario, electoral y constitucional de referencia obligatoria son: a) que la propaganda política se realice respetando los principios constitucionales de igualdad y de equidad que a la postre han de coadyuvar a que la elección sea competitiva y verdaderamente democrática. Punto 19; b) que la promesa, ofrecimiento o entrega de dinero en el marco de una campaña electoral, jamás podrá ser asumida como una forma legítima de propaganda electoral”. Punto 28; y c) “que un candidato en un acto proselitista haga el ofrecimiento o promesa de entrega de dinero no puede ser considerado como propaganda política dentro de los márgenes que prevé la norma para que el ofrecimiento o promesa de un bien sea considerado como propaganda política legítima en el marco de una elección democrática. Punto 29. (los subrayados son míos).
12.- Los parámetros específicos, es decir, los que deben ser tomados con obligado detalle para concluir una vulneración del artículo 42° son: a) acreditación de la conducta prohibida con medios idóneos; b) valoración del contexto donde se realiza este tipo de propaganda, es decir, eventos proselitistas o de amplia difusión sin diferenciar lo que diferencia el JEE; c) si el candidato es quien en forma directa realiza el ofrecimiento o entrega; y d) que el valor pecuniario de ello resulta ser significativamente mayor al límite que impone la ley. Punto 18. (los subrayados son míos).
13.- El JEE ha cometido un grave error al salir del marco del JNE y, separar un acto proselitista de un acto electoral. Por esa vía llega al extremo de considerar que una actividad cultura no puede ser al mismo tiempo electoral y proselitista. Los puntos 16 y 17 son de locura; el JEE señala que la candidata de FP participó en el “Concurso de Hip Hop y Break Dance” del Callao, “en el que se difundió propaganda electoral permitida, y en el que también participaron candidatos al Congreso de la República, llevando polos alusivos al partido político consignando en algunos casos, el número que los  identifica en la lista al Congreso de la República” pero que eso no es proselitismo sino sigue siendo un acto masivo electoral y cultural (los subrayados son míos).
14.- Finalmente, si el JNE ratifica este fallo debería hacerlo por otras razones, las relativas a los derechos de participación y a la doctrina contraria a las exclusiones por razones distintas a las de requisito, asumiendo la doctrina de la CIDH. Y debería corregir todo lo que está fuera de los parámetros que ha dictado con ocasión del caso Acuña , especialmente lo siguiente: a) la distinción entre acto proselitista, acto electoral y propaganda electoral, que no opera para el caso; b) que el acto cultural es solo cultural y que no puede ser al mismo tiempo político, electoral y propagandístico; y c) la teoría de que solo se castiga la dádiva proveniente del patrimonio del candidato, sin tomar en cuenta que los partidos tienen fondos partidarios y que la estructura de la campaña electoral es compleja y que no reduce a solo un acto jurídico.

lunes, 21 de marzo de 2016

Diferencias entre las encuestas de Ipsos y GFK


Por Juan De la Puente
El 20 de marzo se han publicado dos encuestas, de las empresas Ipsos Perú y GFK, que considero las de mayor credibilidad. La idea general sugiere que no procede comparar los resultados de una y otra, aunque si ambas son publicadas el mismo día es conveniente intentar explicar algunas diferencias.
Los dos sondeos muestran resultados parecidos en la ubicación de los 5 candidatos en lisa para la segunda vuelta. Las cifras difieren en algunos datos. Ipsos muestra a Keiko Fujimori en 31% y a Verónika Mendoza en 12%, en tanto GFK muestra a Fujimori en 33.8% y a Mendoza en 7.5%. Respecto al antivoto, Ipsos registra un antivoto de Keiko en 46% parecido al 44% de GFK, pero esta empresa registra antivotos más bajos de PPK, Barnechea y Verónika.
Del mismo modo, Ipsos registra resultados más estrechos en una probable segunda vuelta entre Keiko y los otros candidatos mientras que GFK registra resultados más holgados en casi todos los casos, con el añadido que en el sondeo de Ipsos PPK le ganaría a Keiko.
La primera explicación residiría en que  los candidatos tienen distintos puntos de partida. Así Keiko tenía en Ipsos en febrero 4 puntos menos que lo recogido por GFK y PPK 2 puntos más.

Ipsos Perú
ENE
FEB
MAR 14
MAR 20
K. Fujimori
33
30
32
31
PPK
13
9
14
15
A Barnechea
Otros
4
9
12
V Mendoza
2
4
9
12
A García
8
5
6
6

GFK
DIC
ENE
FEB
MAR
K. Fujimori
29.5
32.6
34.6
33.8
PPK
10.9
9.5
6.9
15.9
A Barnechea
Otros
0.5
5.1
11.8
V Mendoza
2.4
1.5
3.7
7.5
A García
4.7
6.5
4.3
5.8

¿Este hecho por si solo podría explicar la diferencia de 2.8 menos para Keiko en la encuesta de Ipsos y  4.5 más para Verónika?
No, por lo que también es preciso analizar el efecto de las metodologías y fichas técnicas relativamente distintas en los siguientes sentidos: 1) Ipsos hizo su trabajo de campo entre el 15 y 17 de marzo y GFK antes, entre el 11 y 15 de marzo; 2) Ipsos entrevistó a 1792 personas y GFK a 181 personas menos, a 1611 personas; Ipsos confiere a su sondeo una representatividad del 82% y GFK 77.7%; e Ipsos un margen de error de +- 2,3%  y GFK de +-2,4%.
En este punto los resultados diferentes no se deberían al tipo de muestreo que ambos comparten sino a la distribución de ellas. Ipsos no consigna mayores datos y GFK señala que trabajó en 24 departamentos, 60 provincias y  131 distritos. Habría que precisar si esta vez la muestra de Ipsos se desplegó como en la encuesta del 14 de marzo que se realizó en 24 departamentos, 76 provincias y 97 localidades del país (no necesariamente distritos), o si fue más cercana a la muestra de  febrero: 24 departamentos, 61 provincias y 66 localidades. Eso se apreciará cuando Ipsos cuelgue en su web más detalles de su ficha técnica. Dicho sea de paso, solo estas dos encuestadoras se dan el trabajo de subir a su homepage este tipo de información. A ello habría que agregar por ejemplo información de las personas que se negaron a responder la encuesta y si hubo reposición de entrevistados en cada caso. Dato final, Ipsos ha hecho una encuesta más, el 14 de marzo.
Una explicación final es que la encuestas están registrando a electorado en movimiento, y no solo por la repartición de los votos de Julio Guzmán y César Acuña entre los que quedan en campaña, sino porque además se registran caídas u aumentos significativos en las regiones, en el Perú rural, en los sectores A y E.
Esto no obvia que en un análisis más exhaustivo se aprecia errores en el marco muestral, falta de profundidad en la recolección de datos –sobre todo en las regiones- y otros problemas referidos a la representatividad de la encuesta.