Mostrando entradas con la etiqueta CVR Perú. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta CVR Perú. Mostrar todas las entradas

viernes, 16 de enero de 2015

teatro, política y memoria

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/teatro-politica-y-memoria-16-01-2015
La República
La mitadmasuno
16 de enero 2015
Juan De la Puente
El cuadro es propio de las tablas: una obra de teatro divide a un gobierno durante algunas horas, y la escena es clásica, con público, corifeos, sin máscaras, con la muerte y el dolor como motivos de la discusión. Atravesado por un hondo conflicto es un drama intensamente revelador de un tema crucial de la agenda nacional.
Lo sucedido tiene un signo épico y al mismo tiempo poético; permite contar una vez más lo sucedido durante el ciclo de la violencia política, aunque esta vez la narrativa oficial es interrumpida por discursos surgidos desde el mismo Estado que cuestionan aquella visión predominante que se resiste a hurgar en la violencia y el terror y a ejercer la memoria.
Es el fin de varias certidumbres con la señora Libertad en el centro de la escena. Al final del acto queda establecido que una cosa es la obra “La Cautiva” como expresión artística libérrima, y otra es la responsabilidad pública de garantizar la seguridad. Atajada la pretensión totalitaria de sujetar lo primero a lo segundo se desvanece la idea de convertir una expresión artística, o cualquier otra manifestación humana, en un medio político obligado.
No debe perderse de vista en este drama a los personajes no tan secundarios, entre ellos el oficial de la Dircote que filmó la obra, asistió al debate luego de la puesta en escena y elaboró el informe que la prensa ha difundido, y en el que sobresale más que las preocupaciones sobre Sendero Luminoso (SL) su sorpresa porque la obra contenga diálogos “en los que se deja entrever poderes, opresión y explotación  subliminalmente introducidos”. Aunque pareciera una figura escapada de las tramas de las novelas del boom latinoamericano, no lo es; lamentablemente corresponde a un estereotipo salido de las escuelas de formación de las fuerzas de seguridad donde predomina la convicción de que la crítica social es sospechosa de subversión.
Lo nuevo, sin embargo, no es ni el policía ni el informe, ni siquiera el argumento que afirma que la policía puede investigar “lo que quiera” en su lucha contra el terror. Lo nuevo es la ruptura del consenso conservador estatal alrededor de estos temas, la defensa de la libertad desde el espacio público y el desafío interno lanzado a quienes creen que toda mención a la violación de los DDHH por las FFAA y la policía es una afrenta a la lucha contra el terrorismo. En tal sentido, el comunicado del Ministerio de Cultura y las precisiones realizadas por la Presidenta del Consejo de Ministros recuperan una visión democrática siempre escasa en la lucha por la paz. No más monólogos.
Por los resultados, lo sucedido tiene mucho de positivo. A pesar de ello, ha sido otro episodio que revela la falta de compromiso de una parte considerable del Estado y de la sociedad con la memoria y la persistencia de una visión que reduce los años de violencia a una epopeya que enfrentó a los malos vencidos contra los buenos que vencieron, sin referencia al contexto de los hechos, a los orígenes y a las causas históricas.
Este drama que enfrenta a la memoria y a la antimemoria no ha concluido y es más actual de lo que parece. Un sector de la sociedad y de funcionarios no entiende la ficción, el arte y el argumento artístico, pero tampoco entiende los desafíos de la construcción de una comunidad nacional basada en la verdad y la justicia. Esa parte conservadora del país cree que es suficiente el rencor contra los terroristas derrotados y que el dolor de las víctimas de la violencia estorba el odio.
Esa opción está vigente; se expresó hace semanas cuando el máximo responsable de la seguridad tuvo una pelea a gritos con un jefe de Sendero Luminoso (SL). El altercado fue celebrado como una muestra de valentía y un modo eficaz antiterrorista, la misma que no ha impedido que SL forje una alianza electoral con miras al 2016. Ellos que son los primeros beneficiados con la antimemoria, esa narrativa que se queda en los cantares de gesta y considera que los vencedores no deben hacerse cargo de las causas de la guerra porque estas no existían.

lunes, 4 de febrero de 2013

Uchuraccay, otros 135 asesinados

http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/uchuraccay-otros-135-asesinados-01-02-2013
La República
La mitadmasuno
1 de febrero de 2013
Juan De la Puente
Al cumplirse otro aniversario del asesinato de 8 periodistas en Uchuraccay, se ha destacado que luego de tres décadas ni ellos ni sus deudos hayan alcanzado justicia y reparación. Siendo muertes tan emblemáticas sorprende su invisibilidad y el menosprecio oficial de su condición de víctimas símbolo de un proceso cruento y bestial.
Más invisibles, si cabe el término, son los campesinos de Uchuraccay. La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) ha documentado la dolorosa circunstancia que les tocó vivir a centenares de mujeres, hombres y niños atrapados por el fuego de una violencia que no escogieron y de la que no pudieron escapar. La memoria nos exige recordar la muerte de los periodistas y reivindicar a una comunidad victimada.
Uchuraccay, antes y después de la muerte de los periodistas, fue objeto de acoso de Sendero Luminoso (SL) y luego del asesinato de los hombres de prensa escenario de muerte por obra de terroristas, militares y rondas campesinas. En pocos meses fueron asesinados 135 miembros de una comunidad de 470 habitantes. El ensañamiento contra ellos fue espantoso; según la CVR, fueron asesinados con hachazos, apedreados, acuchillados o ahorcados, y en varios casos los cuerpos arrojados en los cerros y comidos por los perros. Muchos ni siquiera fueron denunciados como desaparecidos.
Los campesinos que han pasado a la historia como verdugos fueron primero víctimas de un Estado que los estimuló a enfrentarse al terrorismo sin armas y sin protección. Días antes del asesinato de los periodistas, los militares los llamaron a matar a los extraños que llegaban a pie porque ellos (los militares) no vendrían por tierra sino solo en helicópteros.
La comunidad de Uchuraccay encabezó la primera gran rebelión campesina contra SL; a inicios de 1983 se encontraban movilizados contra el terrorismo según algunos testimonios hasta 5 mil personas. Varias de estas comunidades se enfrentaron a SL con picos y palas, y durante meses demandaron la ayuda y protección del Estado como consta en el Informe de la Comisión Vargas Llosa, designada por el gobierno de entonces luego de la muerte de los periodistas.
Después del asesinato de los periodistas, el Estado abandonó a Uchuraccay y en los meses siguientes SL incursionó varias veces en el pueblo. Los comuneros recuerdan sobre todo tres ataques perpetrados en 1983, el 20 de mayo, el 16 de julio y el 24 de diciembre. Luego vinieron a saquear el pueblo los Comités de Autodefensa Civil, formados por las comunidades de las zonas altas de la provincia de Tambo y los militares. Los nuevos agresores quemaban las casas, robaban los enseres y ganado, violaban a las mujeres y mataban a los niños. Estos episodios no son imaginarios, forman parte de decenas de testimonios recogidos por la CVR entre las páginas 142 y 147 del Tomo V, “Historias representativas de la violencia” del Informe Final.
El estigma y la persecución obligaron a los campesinos de Uchuraccay a desplazarse y negar su identidad personal y comunal. Donde se refugiaban mentían sobre su origen, porque eran considerados una comunidad asesina. El pueblo fue destruido y a mediados de 1984 dejó de existir y solo en octubre de 1993 algunas familias se atrevieron a retornar; ese mes, 24 familias retornaron luego de 10 años, desde el Valle del río Apurímac, Ica, Huanta, Ayacucho y Lima. Un nuevo pueblo se construyó cerca del anterior y según la CVR, desde el nuevo pueblo todavía puede observarse el antiguo centro de Uchuraccay, la antigua plaza, la iglesia de piedra, el local comunal y el cementerio.
Un hito para la memoria fue el acto celebrado el 1º de junio del 2002, día en que la población entregó a los representantes de la CVR la lista de los 135 uchuraccaínos asesinados, elaborada en dos asambleas comunales. 30 años después de la muerte de 8 periodistas, es preciso rescatar la memoria de otros 135 peruanos. Algunos de ellos participaron en el asesinato de los hombres de prensa y merecieron ser juzgados. En este caso, sin embargo, no ha sido juzgado el papel del Estado.
Actualización
Lo señalado por la CVR sobre Uchuraccay (aquí)
El artículo de Carlos Tapia sobre el asesinato de los periodistas (aquí)
 
 

jueves, 26 de enero de 2012

La memoria y el odio

La República
La mitadmasuno
26 de enero de 2012
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/la-memoria-y-el-odio-26-01-2012


Un acierto de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) fue analizar la actividad terrorista de Sendero Luminoso (SL) desde la perspectiva política y considerar la violencia como un proceso con orígenes y actores, desdeñando el discurso que cerraba el análisis en los métodos de actuación subversiva y en la épica democrática. El relato de esa “verdad” dolorosa fue cuestionado por eso, por ser verdad, y porque llevaba explícita la necesidad de memoria, justicia y reparación. Para el Perú conservador, bastaba el rencor de la sociedad a los derrotados y sobraba el dolor de las víctimas de la violencia.
En el debate entre la memoria y la antimemoria perdimos 10 años mientras SL implementaba sus tácticas; pasó de los “Acuerdos de paz” a la “Solución política de los problemas derivados de la guerra” y luego a la “Amnistía general”. Si SL se legaliza, nuestro sistema político será víctima de un grupo que participa de la democracia reivindicando su propio odio sin renunciar o autocriticarse de su esencia terrorista. Paradójicamente, SL sería el primer beneficiado de la antimemoria y de aquella visión que considera que los vencedores no deben hacerse cargo de las causas de la guerra porque estas no existían y porque SL fue (es), finalmente, solo una banda de delincuentes fanatizados.
Con el Movadef a las puertas del JNE el país conservador recapacita y clama por memoria aunque solo como cantares de gesta, separando de aquella nuevamente las causas, presentes incluso en textos previos a la CVR como el Informe Uchuraccay, proscribiendo la reparación y la justicia a las víctimas de la violencia. Es una forma de memoria con escasa verdad que le será muy útil a SL.
El Movadef, sus 300 mil firmas y su militancia orgullosa de los crímenes senderistas interrogan a la sociedad y al Estado por su inercia frente al terror y a la violación de los DDHH, e interpela al odio como sustituto de la pedagogía democrática y como excusa de la impunidad. Al mismo tiempo, reivindica a la CVR y a su empeño por observar en SL a una organización política a la que se debe también derrotar, como a todo totalitarismo, en la ideología y en la conciencia de las personas.
El trabajo de la CVR es, además, importante por otro valor epistemológico: la interpretación de SL como único cuerpo político dotado de movimiento propio desde el inicio de la lucha armada en 1980 hasta ahora. En el Informe Final, superando las visiones que supeditaban todo al papel del caudillo, la CVR trazó el devenir de una organización con racionalidad política aun cuando esta fuera profundamente despreciativa de la vida, de la libertad y de la democracia. Convendría tener ello en cuenta ahora que se usa con facilidad el adjetivo “prosenderista” para referirse al Movadef, sin anotar que SL es el Movadef y el Movadef es SL. Sobra el “pro”.

.....

Otras referencias

En los últimos años publiqué algunos articulos sobre la CVR, la violencia y Sendero Luminoso.

"Ideología y el Informe CVR", sobre la revindicación de su construcción liberal y democrática, aquí. (Setiembre 2008)

"Sendero y la guerra política", sobre su estrategia de legalizacion sin admitir sus responsabilidades, aquí. (Setiembre 2009)

"La política y la universidad", sobre la despolitización de las universidades, fermento del fundamentalismo, aquí. (Junio 2010)

sábado, 3 de diciembre de 2011

El bien y el mal asháninca

La República
La mitadmasuno
24 de noviembre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/el-bien-y-el-mal-ashaninca-24-11-2011


Pablo Macera y Enrique Casanto acaban de publicar un vivo testimonio de la nación asháninca, reivindicando su riqueza cultural, particularmente sus manifestaciones etnológicas. Dentro de ellas ocupan un lugar destacado sus saberes culinarios y la representación simbólica mágica de los alimentos. La Cocina Mágica Asháninca (Fondo Editorial USMP, octubre 2011), aborda la caza, la pesca y la agricultura de esa nación y se ocupa prolijamente de sus narraciones. El libro es la referencia antropológica actual de otro texto de ambos, El Poder Libre Asháninca (USMP, 2009) que revisa la rebelión de Juan Santos Atahualpa entre 1742 y 1752.
Macera y Casanto van un paso más adelante: alertan sobre los riesgos que para la sociedad asháninca representan la actividad de exploración de hidrocarburos en las cuencas de los ríos Ene, Tambo, Perené y Pichis, los proyectos de expansión de cultivos para biocombustibles y los de carreteras, hidrobias e hidroeléctricas. Los ashánincas se han liberado de la esclavitud cauchera, en los siglos XIX y XX, y de la senderista en los años de la violencia reciente, en ambos casos con graves pérdidas y dolores, pero ahora mismo su relación con el Estado es conflictiva y precaria; la desnutrición crónica en el río Tambo es 74% y en el nivel infantil llega al 81%.
Los autores reseñan ese mundo que pugna por no ser subyugado por nuestra modernidad. Ponen sobre la mesa, por ejemplo, la importancia de la yuca, que es en la alimentación amazónica lo que la papa es para los Andes. Es relevante el recuento de frutos consumidos por esa sociedad, casi todos ignorados en el resto del país aunque familiares para la Amazonía como la anona, el palmiche, el caimitillo, el tumbo o la sachamora, y de otros aún más desconocidos que ni siquiera tienen nombre español, como la íbara, el aapi o el damacoshire.
Es aleccionadora y reveladora la síntesis mágica en procura del equilibrio y del bien que los ashánincas realizan entre el hombre y los animales, principalmente aquellos usados para la alimentación. Por razones de virtud o de vicio terrenal, los hombres abandonan su condición humana por voluntad, castigo o salvación para adueñarse de un ser vivo animal, una suerte de reinvención que en casi todos los casos funciona como un mecanismo para fijar límites a los excesos humanos en las actividades productivas y extractivas o para promover la convivencia social. Aconsejable esta sabia conversión pacífica del mal en bien en tiempos en que el ser humano demora y sufre para encontrar sus límites.

viernes, 28 de octubre de 2011

El ghetto partidario

La mitadmasuno
La República
27 de octubre de 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/columnistas/la-mitadmasuno/el-ghetto-partidario-27-10-2011

Se acaba de presentar un proyecto para reformar la Ley de Partidos Políticos que eleva el número de firmas para la legalización de una organización política. De aprobarse la iniciativa, se necesitarán no menos de 760 mil firmas, es decir, el 4% del padrón electoral, para la inscripción legal de un partido. La medida estira la arbitrariedad de un cambio anterior, realizado a hurtadillas el 2009, cuando se fijó en 3% del padrón las firmas requeridas, es decir, 570 mil.
Los motivos que expresa el proyecto Nº 406/2011 son sinceros: que a la fecha se han vendido 300 kits electorales a grupos que aspiran a legalizarse. Declara que el propósito es evitar la fragmentación y, de paso, fortalecer el sistema de partidos.
Si se aprueba la norma no se lograrán esos objetivos porque aborda el problema sin una visión de reforma integral de la Ley de Partidos. Al contrario, suena como el inicio de una contrarreforma para cerrar a patadas el sistema de partidos en lugar de renovarlo. Paradójicamente, no toca el tema de fondo que está en la base de los casos denunciados y que evidencian que el problema reside principalmente en la formación de la representación más que en el acceso al sistema.
En todo caso, si el tema es la pertenencia al sistema, las firmas son menos relevantes que otros factores que podrían tomarse en cuenta, como los requisitos para quedarse en el sistema, es decir, el porcentaje de votos obtenidos o la cantidad de parlamentarios elegidos. Si aprueba el proyecto volveríamos a finales de los años 90. Las 300 mil firmas requeridas entonces dejaron sin competencia a los grupos aluvionales faltos de identidad y arrinconaron a los partidos.
La participación política en el Perú es afectada tanto por la fragmentación como por la dispersión. Con la fragmentación se tiene muchos partidos (aunque no son demasiados para la media de A. Latina), pero con la dispersión se tienen varias versiones de izquierda, derecha y centro. Elevar el número de firmas sería construir un ghetto partidario, inalcanzable pero no por ello respetable y legítimo.
Es preciso debatir cuán cerrado o abierto es el actual sistema pensando en los ciudadanos más que en las elites, especialmente aquellas que pueden “invertir” en la legalización de un partido. La idea básica es que los ciudadanos están subrepresentados, con una relación representante versus elector muy baja. Si a ello se suma un ghetto de elegibles, iríamos en retroceso.

sábado, 27 de agosto de 2011

El delito, Londres y Lima

La Mitadmasuno
La República
11 de agosto 2011
Juan De la Puente

http://www.larepublica.pe/11-08-2011/el-delito-londres-y-lima


En Londres la policía mata a Mark Duggan, de 29 años y padre de 4 hijos. Un centenar de vecinos se congrega frente a la comisaría del barrio pobre de Tottenham pero el plantón pacífico degenera en violencia que se extiende a varias ciudades inglesas. Al cabo de cuatro días se tienen más de mil detenidos, decenas de vehículos y tiendas saqueadas y quemadas, y solo en Londres más de 100 millones de libras esterlinas en pérdidas, causadas por un vandalismo que mezcla el descontento social con el delito puro y simple.
En Lima, se difunde un video que muestra que el joven Gerson Falla, 26 años y padre de una niña, detenido en abril cuando huía de unos pandilleros, fue torturado en la Comisaría de San Borja; el maltrato que le causó la muerte. La PNP pasó al retiro a cuatro de los 11 asesinos pero todos gozan de libertad. Esos mismos días un delincuente, liberado el 2008 y que fue procesado 10 veces por robo agravado, baleó a la hija de un congresista cuando su banda intentaba robar la camioneta donde viajaba con su madre. Las dos se salvaron gracias al policía que las custodiaba.
Podría ser muy parecida la brutalidad policial en Londres y en Lima. No obstante, en Inglaterra, el rechazo violento de los métodos policiales y la fuerza con la que la sociedad inglesa condena esa respuesta han sido intensos. Se debate allí cuánto de la fractura social se expresa en la violencia reciente y en qué medida ese vandalismo tiene un rostro propio. En el Perú, en cambio, ni la muerte de Falla ni la agresión contra la hija de Renzo Reggiardo han despertado los reflejos de la sociedad, más allá de algunas declaraciones oficiales y editoriales.
En esa ausencia podrían residir los límites de las raídas recetas contra la inseguridad ciudadana que se escuchan estos días: pena de muerte, reapertura de El Frontón, patrullaje del Ejército y más leyes. Al mismo tiempo, salvo la marcha por la paz promovida por el alcalde de La Victoria, nadie ha movilizado a los ciudadanos ni ha valorado las potencialidades de su organización y concurso. Parecería que el delito común es un fenómeno solitario que no se asocia a las condicionantes sociales y a la falta de políticas públicas integrales. Luego de 30 años, se sigue pensando que es un problema exclusivo de policías, jueces y ladrones, es decir del Estado. Así, habría que prepararse para otra arremetida mortícola. Y para otro fracaso.

jueves, 30 de junio de 2011

Coca, tres novedades

La mitadmasuno
La República
30 de junio 2011
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/30-06-2011/coca-tres-novedades




El reciente Monitoreo de Cultivos de Coca 2010 en el Perú publicado por la Oficina de las NNUU para la Droga y el Delito (ONUDD) informa del reforzamiento de tres fenómenos en los valles cocaleros. Los tres remiten al Estado y dan cuenta de aciertos u omisiones en la lucha contra el narcotráfico.
La primera novedad es la descocalización del Alto Huallaga (Huánuco y San Martín). Allí, los cultivos de coca cayeron 25% en un año; en el análisis se coincide en que a este resultado concurren tanto el cumplimiento de las metas de la erradicación, concertada o no, como la ejecución de los programas de desarrollo alternativo cuyo éxito es innegable. Del informe se extrae, no obstante, que la zona más resistente es la subcuenca del Monzón, donde no se ha realizado labores de erradicación y donde las posibilidades de desarrollo alternativo son debatibles.
El segundo fenómeno es la conversión del VRAE en el primer valle cocalero peruano. El “nuevo Dorado” ha incrementado sus cultivos en 12%. Del total de hectáreas a nivel nacional (61,200) se encuentra allí un tercio, con un dato añadido: el promedio nacional de rendimiento de coca es de 2,2 TM por hectárea pero en el VRAE este rendimiento se ubica entre 3 y 4 toneladas. Por esa razón, allí se produce el 55% de la coca peruana. Debe llamar la atención que en el VRAE no hay erradicación y el desarrollo alternativo es incipiente.
Un tercer elemento del informe es la consolidación de los nuevos valles cocaleros. La “nueva” coca va en alza en los valles del Putumayo, Marañón y Bajo Amazonas, donde crece 90% en un año, en Pichis Palcazu (59%) y Kcosñipata, Cusco (12%). Debe agregarse, sin embargo, que Inambari-Tambopata (Madre De Dios), es ya el cuarto valle cocalero del país, con 3,500 has. de coca, decenas de ellas cultivadas en el santuario ecológico de Bahuaja Sonene.
El informe de ONUDD indica que el Perú ha logrado “desacelerar” el crecimiento de los cultivos de coca y neutralizar el efecto globo que se produce por la intensiva erradicación de ese producto en Colombia. En el próximo lustro, una adecuada política en ese campo debe implicar más desarrollo alternativo, más erradicación y más interdicción. Habría que tener en cuenta que decomisamos solo 17 de las cerca de 300 toneladas que se producen, una incautación casi simbólica.

martes, 5 de abril de 2011

Balance de la década democrática

Esta es una entrevista del sistema mutimedia de La República, realizada el 30 de marzo y publicada el 1 de abril. sobre la década democrática y el papel actual del fujimorismo.

martes, 18 de enero de 2011

Análisis en Radioprogramas

Adjunto el link del resumen que hizo Radioprogramas del Perú de la entrevista realizada con Raúl Vargas, Patricia del Rio y Ricardo Gómez en Ampliación de Noticias el lunes 17. Se habló de la coyuntura, de las encuestas, de los programas, de las listas parlamentarias y del drama del Apra:
http://www.rpp.com.pe/2011-01-17-juan-de-la-puente--ppk-es-el-candidato-mas-arriesgado-noticia_327937.html

jueves, 2 de diciembre de 2010

La chalina y la memoria

La mitadmasuno
La República
Jueves 2 de diciembre 2010
Juan De la Puente
http://www.larepublica.pe/02-12-2010/la-chalina-y-la-memoria
La muestra de La Chalina de la Esperanza iba a estar 22 días en el Centro Cultural de la Municipalidad de San Isidro, pero debió ser desmontada cuatro días después de inaugurada en protesta por la censura municipal a sus contenidos. Así continúa, no termina, la vida pública de una hermosa iniciativa que recrea desde el arte, simbólicamente, la existencia de los familiares de los desaparecidos y su demanda de justicia. Otros llamados a la memoria, como la muestra fotográfica Yuyanapaq y el Ojo que Llora, atacado dos veces, también han padecido la furia de la antimemoria.
El colectivo Desvela que impulsa el proyecto La Chalina de la Esperanza, formado por Marina García, Paola Ugaz y Morgana Vargas Llosa, se propone reivindicar la memoria sobre los años de violencia haciendo énfasis en los familiares de los desaparecidos, particularmente las mujeres. Cada paño de la chalina es una historia contada con las manos y un desmentido a la pretensión de silencio. Junto a su valor documental expresa una estética del dolor, contra la estética de la paz perfecta que ciertas elites han digerido como una forma de olvido.
En la chalina se reivindica al desaparecido y al familiar que espera. Ambos existen y se entiende que su “presencia” desespere a los partidarios del olvido.
La dinámica memoria y antimemoria se instaló al mismo tiempo que finalizaron los trabajos de la CVR. En esta pugna de 7 años la memoria ha florecido, lozana, en tanto que la antimemoria se ha hecho vieja, amargada, irritable e intolerante. Luce algunas victorias legales, como la paralización de juicios por violación de DDHH, aunque ha perdido batallas importantes. Derogaron su DL de impunidad, no pudo desalojar a la exposición fotográfica Yuyanapaq del Museo de la Nación ni paralizar el proyecto del Lugar de la Memoria.
Al contrario, estos años han dado vida a varios centros y casas de la memoria, el último de ellos en Huancavelica, inaugurado en agosto de este año, y a otras formas de recuerdo y demanda de justicia, entre monumentos, obeliscos, estelas, plazas, mausoleos, museos, renombramiento de calles, parques, esculturas y murales. La existencia del Centro de Información para la Memoria Colectiva de la Defensoría del Pueblo, del Consejo de Reparaciones y del Registro de Víctimas, todos con carácter oficial, es una evidencia de que a pesar de las resistencias, es posible no perder la memoria. Ni la razón.