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viernes, 5 de febrero de 2016

Campaña electoral zombie

Me había preparado para una campaña electoral combi pero aprecio el inicio de una campaña zombie. Sostuve hace días que ya no estaba en discusión si César Acuña iba a ser Presidente de la República sino si sería candidato, y que la campaña electoral estaba suspendida en el aire. El nuevo episodio de plagio/apropiación del libro del profesor Otoniel Alvarado y la reacción de Acuña consolida el bloqueo al que se dirige una campaña llamada a renovar la democracia.
Me explico. Podemos votar el 10 y claro que lo haremos; iremos muy probablemente a una segunda vuelta, pero el contexto actual es de una no campaña que conduce a una crisis mayor luego del 28 de julio, bloqueada por los asuntos escandalosos, específicamente los que involucran a Acuña. Se tiene también el caso de Guzmán, a lo que ha conducido un absurdo manejo de una instancia menor del JNE y que ojalá este resuelva pronto. Se tiene a la vista otros asuntos como el paquete de tachas a los candidatos al Congreso y el debate sobre sus cualidades éticas. Esta discusión ya se está llevando a cabo en las regiones aunque todavía no se agregan política y nacionalmente. El país se enterará pronto de decenas de joyas que pretenden llegar al Congreso.
La discusión sobre si esto afectará poco o mucho a Acuña fue fugaz y ahora es mucho más egoísta que antes. Para empezar, ya afectó el país y claro que afectará al resto de candidatos. ¿Algún iluso cree todavía que la explosión de desconfianza no lo tocará?
Ha afectado en general al sistema educativo y a toda apuesta de cambio que se propone respecto de la calidad de la educación y de las políticas de fomento de la investigación y la ciencia. En las últimas horas ha afectado a un maestro –Otoniel Alvarado- que luce indefenso, sorprendido, agobiado y aventajado por un sistema injusto que compra ideas, libros, personas y si no puede, los arrebata.
¿Qué deben estar pensando en este momento decenas de miles de maestros? ¿Qué pensarán ahora mismo decenas de miles de estudiantes y sus padres de familia de las universidades de la familia Acuña? Vaya que ni siquiera el asunto se detiene en los problemas de la familia Acuña y sus universidades sino en el futuro de la educación regentada por manos privadas.
Ese es el sentido de bloqueo de la campaña y la razón por la que creo que está suspendida en el aire. De esta campaña zombie emergerán qué duda cabe poderes Ejecutivo y Legislativo sumamente débiles. Yo, sinceramente no deseo eso para mi país. Al contrario, quiero un nuevo poder fuerte, que pacte, que haga reformas y termine sus plazos constitucionales.
Yo no voltearía los ojos ahora al JNE porque me queda claro que no tiene herramientas para resolver el caso Acuña y siento que ir en esa dirección es machacar su necesitada solvencia. Me decanto por el camino abierto en las últimas horas en relación a lo que pueda hacer Indecopi y la fiscalía.
No obstante, apelo también al sentido común del hombre público que protagoniza este dramático episodio. Siento que si no actúa con sentido común perderá todo o gran parte de su todo.